Costumbrista, tenebrosa, y a la vez luminosa, angustiosa, y a ratos divertida, a veces escabrosa, y siempre impactante. “El corazón del ángel”, está hecha del mejor cine negro americano de los años cincuenta, década que reconstruye con fidelidad, posee toda la magia de un buen relato de misterio, somete al espectador a la tensión en todo momento, como la buena cinta de terror que es, y mantiene el clímax hasta el final, y éste, aunque se intuye antes de terminar, no deja de sorprender.

Por resumirles aquí algo de su argumento, diré:

Un hombre, llamado Louis Cyphre (Robert de Niro); un individuo poderoso y carismático, aunque algo estrafalario aun para Nueva York, contrata a un detective privado (Mickey Rourke) para que localice a un antiguo cantante que desapareció misteriosamente al volver de la guerra mentalmente perturbado. La intención de Cyphre es que éste le pague una vieja deuda que contrajo con él. A partir de ahí Harry Angel, que es el nombre del detective, emprende un viaje sin retorno en busca de un personaje que parece estar “más cerca de la maldad de lo que jamás podría yo acercarme”, como dice uno de los personajes.

Mickey Rourke, hace aquí la representación de su carrera, el personaje le viene a la medida. En cambio Robert de Niro, no está en su mejor papel; y se burla, a mi entender, de su personaje. Me hubiera gustado ver por un agujerito el rodaje, y saber si esto fue consensuado con el director.

Alan Parker se prodigó poco en la dirección, pero tiene dos grandes obras, ésta, de la que también es guionista, y “El expreso de medianoche.”

Me gusta descubrir que casi todos los largometrajes que amo, y éste es uno de ellos, disponen de una excelente banda sonora; y aquí no podía ser de otra manera con la música de Trevor Jones, autor entre otras de “Excalibur.”

Si dispone de dos horas de su tiempo, éste es un buen sitio donde emplearlas; ah… le recomiendo que vaya antes al baño, pues la va a querer ver del tirón; no tiene ni un tiempo muerto.