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Voto de Plácido Eldel Motocarro:
129.353
Ciencia ficción. Acción
Sarah Connor, la madre soltera del rebelde John Connor, está ingresada en un psiquiátrico. Algunos años antes, un viajero del tiempo le había revelado que su hijo sería el salvador de la humanidad en un futuro -año 2029- dominado por las máquinas. Se convirtió entonces en una especie de guerrera y educó a su hijo John en tácticas de supervivencia. Esta es la razón por la que está recluida en un manicomio. Cuando un nuevo androide ... [+]
17 de marzo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda vez que Schwarzenegger cumple su afamada promesa de: ¡VOLVERÉ…!
En esta segunda vez, una cachas, Linda Hamilton, se hará cargo de la situación y Arnold se reserva el papel de bueno, e incluso hace alguna mueca ante la cámara.
En esta segunda ocasión, Robert Patrick, es el malo malísimo de rostro impenetrable y piel de metal; metal líquido...
En esta segunda ocasión, James Cameron, destapa el tarro de las esencias, y la acción es tan espectacular que a nadie le interesan las incoherencias del guion.
Esta segunda parte, pese a ser más prosaica, es más efectista, más vistosa, más exagerada y más rotunda, aunque quizá con menos alma. Pero no es el caso que se pueda decir: "Segundas partes nunca fueron buenas". Porque en cierto modo, y en ciertas facetas, supera a su predecesora...
Y en esta continuación: Sarah Connor (Linda Hamilton) está recluida en un psiquiátrico, ya que, por las historias que cuenta sobre robots venidos del futuro, es diagnosticada de paranoia... Y hace ya más de 14 años que tuvo al hijo que engendró con Kyle Reese, aquel soldado enviado desde el futuro, en la primera parte, para salvarla. Ahora el muchacho (Edward Furlong), un adolescente rebelde, reside en casas de acogida cuando de pronto se dará de bruces, no con uno, sino con dos "termineitors" (Arnold Schwarzenegger y Robert Pattrick), pero sólo uno le dirá: "Ven conmigo si quieres vivir..." Y a partir de aquí no me extenderé más con el argumento, porque a partir de aquí comienza el verdadero espectáculo; persecuciones, tiroteos, trucos de cámara, trucos de robot, golpes, puñetazos, explosiones... En fin, todas esas cosas por las que la gran mayoría pagamos la entrada cuando fue estrenada.
En esta segunda vez, una cachas, Linda Hamilton, se hará cargo de la situación y Arnold se reserva el papel de bueno, e incluso hace alguna mueca ante la cámara.
En esta segunda ocasión, Robert Patrick, es el malo malísimo de rostro impenetrable y piel de metal; metal líquido...
En esta segunda ocasión, James Cameron, destapa el tarro de las esencias, y la acción es tan espectacular que a nadie le interesan las incoherencias del guion.
Esta segunda parte, pese a ser más prosaica, es más efectista, más vistosa, más exagerada y más rotunda, aunque quizá con menos alma. Pero no es el caso que se pueda decir: "Segundas partes nunca fueron buenas". Porque en cierto modo, y en ciertas facetas, supera a su predecesora...
Y en esta continuación: Sarah Connor (Linda Hamilton) está recluida en un psiquiátrico, ya que, por las historias que cuenta sobre robots venidos del futuro, es diagnosticada de paranoia... Y hace ya más de 14 años que tuvo al hijo que engendró con Kyle Reese, aquel soldado enviado desde el futuro, en la primera parte, para salvarla. Ahora el muchacho (Edward Furlong), un adolescente rebelde, reside en casas de acogida cuando de pronto se dará de bruces, no con uno, sino con dos "termineitors" (Arnold Schwarzenegger y Robert Pattrick), pero sólo uno le dirá: "Ven conmigo si quieres vivir..." Y a partir de aquí no me extenderé más con el argumento, porque a partir de aquí comienza el verdadero espectáculo; persecuciones, tiroteos, trucos de cámara, trucos de robot, golpes, puñetazos, explosiones... En fin, todas esas cosas por las que la gran mayoría pagamos la entrada cuando fue estrenada.
