Cómo haré esta crónica sin herir sentimientos, sensibilidades, mitomanías acendradas en el tiempo y el espacio. Estamos ante un mito de la ciencia ficción, cierto; pero tampoco estamos ante la mejor de dicho género. ¿Estamos ante una buena película?, sí. ¿Estamos ante una obra maestra del séptimo arte?, a mi juicio, no; y trataré de explicarme lo mejor que sea capaz, con pros y contras.

Pros:

– Una excelente banda sonora, en donde una bella melodía con tintes clásicos nos introduce de modo atemporal en un futuro oscuro e inmisericorde, o sea; creíble.

– El panegírico que Rutger Hauer declama hacia su propio personaje casi al final de la cinta; donde brotan las poéticas e inmortales frases por las que siempre ésta será recodada; y en mi opinión, lo que más contribuyó a su mitificación, y he de reconocer; que justamente. Además al hacerlo acompañada por la magnificencia de su música la convierte en una secuencia sublime.

Contras:

– El guión; que no sostiene un mínimo de tensión en la intriga y que jamás llega a interesarnos realmente por la historia ni por los personajes. Entre ellos el protagonista, un detective del que intenta hacer de él un Philip Marlowe pero que no logra jamás una aproximación a la ironía de éste.

– El montaje; al que quizá le sobre lentitud, por la tanto, vivacidad en el relato. Pero en esto he de reconocer que es más una cuestión de gusto que un reproche. Como lo es, cuestión de gusto me refiero, los dos posibles finales que comentaré en el spoiler.

En definitiva; es una muy buen película con algunas escenas magistrales que por merito propio la convierten en mito del cine, pero a la vez resulta algo lenta y un poco aburrida. Entiéndaseme bien para mí es de notable, pero le falta, algo, para llegar a ser sobresaliente, un algo, que quizá se hallé en su relato.