Angustioso melodrama que, salvando las distancias, ofrece un gran paralelismo con “Alemania, año cero” (1948), si esto fue pretendido o no, lo ignoro, mas estoy seguro que Grau conocía la película de Roberto Rossellini. Pero aun obviando las similitudes con ésta, lo que no se puede negar es su intenso neorrealismo…

Paco es un adolescente de clase humilde, huérfano de padre y con una madre algo enferma que tira del carro de la familia. Paco es un chaval demasiado altivo y despreocupado para mantenerse en trabajos que no considera a su altura, pese a las dificultades económicas de su casa. Ronda a una chica del barrio pero nunca consigue concretar nada con ella, mientras; sale de juerga por las noches con una panda de gamberros rayanos con la delincuencia juvenil… Pero entonces Paco encuentra un sueño, y sueña con una oportunidad… Si salta de espontáneo en una corrida de Las Ventas y coge un buen toro, concatenando unos buenos pases, quién sabe… tal vez alcance el triunfo y la gloria, cómo matador de toros…

Realizada con actores no muy conocidos, exceptuando la colaboración de Fernando Rey, impregna aún más a la historia de realismo, para una cinta de una luminosa fotografía pero que es de una gran amargura, que provoca una profunda pesadumbre y que es muy recomendable de ver en una tarde melancólica…