En teoría debió ser una buena película. Un buen elenco y la homoparentalidad como tópico central pudieron darnos una versión cinematográfica de “Modern family”. Lamentablemente un guión flojo es algo con lo que ni actrices de la talla de Julianne Moore o Annette Bening pueden hacer mucho. Y es que en realidad el guión es flojo: una comedia con toques dramáticos se estanca con un triángulo amoroso aburrido que anuncia un fin predecible.
La película pudo explorar temas interesantes como la paternidad, lo difícil de la adolescencia, la crisis de la mediana edad de un hombre. Todo esto se pudo haber deconstruído ya sea para reafirmarlo o satirizarlo. La película no es lo que promete y uno se queda con la sensación de insatisfacción. Sobran tantas escenas y se desaprovechan tantos recursos que se vuelve una película olvidable (y lamentable)
En el spoiler lo mejor y lo peor de la película.