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Voto de Erredosdedos:
8
Comedia. Aventuras Al profesor Bacterio le han robado el más peligroso de sus inventos, un artefacto que termina en manos de un dictador bajito, chalado y dispuesto a usarlo de forma criminal. Bacterio quiere recuperarlo como sea, pero desconfía de las dotes de Mortadelo y Filemón. Cuando los famosos detectives se enteran de que la T.I.A. ha contratado a un detective chulesco y fanfarrón para resolver el caso, deciden actuar por su cuenta y riesgo. (FILMAFFINITY) [+]
15 de abril de 2012
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que tenía todos los boletos para haber sido una adaptación perfecta a la pantalla de los famosos personajes del universo tebeíl, pero se ha quedado en un "puedo, pero no quiero".

Los personajes están muy bien logrados, quedando una vez más demostrado el feísmo de los actores españoles, del que directores como Almodóvar han sabido sacar provecho. Los efectos especiales funcionan, la fotografía y "attrezzo" en general son muy adecuados. La historia es bastante graciosa y lo suficientemente "ibañezesca".

Detalles que afean el conjunto: echamos de menos, por ejemplo, todo el florilegio de ingeniosos insultos con que se regalaban unos a otros los personajes de Ibáñez: "merluzo", "burricalvo", "batracio", "belloto", "percebe", "alcornoque", "gaznápiro", "mendrugo", "berzotas", "chivo loco", "buitre asmátido", "bacilo", "vacaburra", "sabandija", "enano mental", "botarate", "besugo"... sus expresiones ("¡Rayos, Mortadelo! ¡Mil rayos!", "¡Sapristi!", "¡Sí! ¡Uno calvo y otro con dos pelos!" -por cierto, tampoco costaba tanto haberse rapado al cero para la película-...), la palabrería burlescamente rebuscada y a veces hiperculta de Ibáñez, tantas veces didáctica ("dipsómano", "beodo"...). Todo este rico e ingenioso vocabulario ha sido sustituido en la película por ramalazos de lo que mejor saben decir en nuestras películas, un expresionismo vulgar y ramplón, incluso con tacos, visto vulgarmente por la calle pero nunca en el comic. Falso afán de presentarnos como "naturales" a unos personajes que, por antonomasia, no lo son, como tampoco lo es lo que ocurre en las historias de estos personajes. Precisamente porque lo que ocurre no es lo normalmente esperado, hace reír.

Otro defecto es la innecesaria politización de ciertos personajes, o su hipersexualización. Gente de todas las ideologías hemos leído desde el principio los tebeos de Ibáñez, primero porque éramos niños, y después porque buscábamos olvidarnos de la discusión política y centrarnos en otro tipo de humor menos "adulto", del que disfrutábamos durante la infancia.

Aun peor veo la falta de vocalización de los actores. A veces el audio es penoso y se hace necesario revisar varias veces un pasaje para enterarse de qué han dicho los personajes. Hay que vocalizar mejor y hablar más claro, o si no, no hacerlo tan rápido. ¿Qué les enseñan en las escuelas de cine? Si es lo mismo que veíamos en el programa de los triunfitos, vamos de cráneo. Ya pueden ir cerrando en España las academias de actores. Habla mejor mucha gente profana reclutada por las calles que éstos.

En fin, espero no haberles puesto demasiado negro el paisaje con una película que, a pesar de todo, vale la pena ver.
Erredosdedos
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