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España España · Zaragoza
Voto de CaesarRex:
9
Drama Tomek es un joven de 19 años que vive obsesionado con Magda, una mujer treintañera a la que espía cada tarde con unos prismáticos. Ella es una mujer liberal y sin prejuicios que invita a su casa a muchos hombres. Tomek, celoso, decide trabajar como repartidor de leche para interrumpir sus citas amorosas... Esta película pertenece a la serie "Decálogo". (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta película, podríamos encontrarnos ante una especie de Ventana Indiscreta, donde no sospechamos de ningún asesinato o confabulación, sino donde simplemente observamos una lluvia de erotismo, celos y en definitiva; amor.
Kieslowski es un maestro entendiendo la carga de las emociones humanas. Con su habitual ritmo lento y pausado, pero repleto de simbolismo y tensión, nos ofrece una película inolvidable. Avanza durante los primeros momentos generando una mezcla de inquietud e incomodidad. Una mujer es observada en su vida más íntima por un vecino. La vemos realizar las tareas más habituales bajo un ojo atento que la inspecciona y la persigue, tratando incluso de cambiar el curso de sus rutinas, o simplemente de incomodarla.
Nos vamos pronto dando cuenta de que ese vecino acosador, no se guía por la lujuria, ni por el odio, la envidia o el rencor, sino que simplemente se guía por un sentimiento irresistible, y es el enamoramiento. La lente a través de la que observa pronto se torna insuficiente, necesita más. Necesita oírla, sentirla, tocarla y formar parte de su vida.
Kieslowski nos hace participes de esta creciente interrelación entre el acosador y la acosada, y la brillantez de la película, posiblemente, se encuentre en la trasposición de los roles.
Una vez comienzan con el juego del amor, ella lo hace sin cargas, mientras que él lo hace como tarea vital. Como en la Insoportable Levedad del Ser de Kundera, observamos como ella juega con la levedad, mientras él está sometido a la extrema gravedad. Como una marioneta, es controlado y manejado por la voluntad de ella, con la única diferencia de que esta marioneta tiene sentimientos.
Llegamos así al momento climax de la película (nunca mejor dicho). Pocas escenas podrían haber plasmado mejor lo que significan el uno para el otro. El mínimo contacto supone la máxima tensión y el máximo placer para él. Por otro lado, la mínima participación en el juego supone la máxima diversión para ella. La consigna de la escena está clara, quien maneja los hilos de la marioneta pone voz a la historia y simplemente le dice: No amarás. Trata de aleccionar, de enseñar y de mostrar su filosofía de vida, aunque con ello también desencadena el propio cuestionamiento de la idoneidad de la misma.
Al finalizar la película, la sensación que queda es confusa, (demasiada intensidad en tan poco tiempo como para procesarla correctamente) pero el mensaje predominante parece claro: No amarás...aunque quizás no puedas evitarlo.
CaesarRex
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