Al principio te llevas una gran sorpresa, que en mi caso, no habiendo oído hablar nunca de ella, no me esperaba en absoluto. Y es que: en una familia de lo más normal, están esperando a la hora del desayuno, todos reunidos, a que el padre se levante para celebrar su cumpleaños, que es ese día. Lo preparan todo: los regalos, la tarta... para que todo resulte perfecto. Pero cuando el padre baja y empieza a decir cosas como que él no había pedido un hijo tan gordo y con gafas, por ejemplo....y te das cuenta de que son actores, que ha contratado para precisamente celebrar su cumpleaños en familia, vamos, vamos. No sabes si reírte o llorar. Después, sin embargo, dejan inconclusas muchísimas cuestiones ( como por qué hace esto ) y cada vez se va enredando más la cosa hasta llegar al inverosímil, aunque cómico desenlace en el que la madre muere ( ahí tampoco te esperas que fuese parte del guión), todos lloran su pérdida, termina el tiempo de contrato, la muerte se levanta, el cumpleañero aplaude la función y se despiden. Hay ya, te quedas con las patas colgando...Y es cuando te preguntas: " ¿Me han timado, me han tomado por tonto y encima me lo he pasado bien?" Pues voy a tener que ir a que me lo miren.