Un filme animado que ha sacado del retiro a uno de los legendarios, míticos e icónicos súperheroes de Stan Lee, que en paz descanse, para darnos a entender a los que hemos crecido con nuestro amigo y vecino "Spiderman" gracias a la serie de los 90 que no todo está perdido tras el amargo sabor de boca que nos han dejado los últimos filmes desde que la saga iniciada por el director Sam Rami concluyera de forma tan estrepitosa a causa del declive con que culminó su trilogía. ¿Por qué razón nadie es capaz de comprender a este personaje tan emblemático cuando se realizan películas en acción real, y en cambio, sí se ha sabido entender en una película de animación? Confío en que los próximos directores que quieran realizar o relanzar una nueva franquicia del Trepa-muros aprendan de esta maravillosa película y sepan llavarlo a buen puerto. La película tiene una trama sencilla pero profunda y empieza de forma muy similar a la mayoría de las aventuras que llevan consigo a "Spiderman": explicando el origen de este súper-heroe, con muy marcadas diferencias. Además, no abandona la premisa de "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad" que tanto nos llegó al corazón antes de que el pobre tío Ben muriese. Asimismo, nos permite explorar a fondo el Universo del Hombre-Araña ya no sólo intercalando a un sinfín de enemigos poderosos y peligrosos que han ido apareciendo a lo largo de toda la saga fílmica de "Spidierman" sino a una remota posibilidad de cómo podría se un "Spiderman" del período de entreguerras, una "Spider-Woman", o un "Spiderman" del futuro. Además, el protagonista, Miles Morales, tiene carisma y se enfrenta a uno de los villanos más terribles del Universo Marvel capaz de poner en jaque al mismísimo "Daredevil" sin necesidad de superpoderes: el rey del crimen de Nueva York, Kingpin, cuya única habilidad es haber convertido en fibra muscular toda la mole de su enorme cuerpo, además de una inteligencia sin parangón para urdir estrategias del crimen organizado, a quien para nuestra sorpresa, se nos mostrará su lado más humano, puesto que, por una vez, su motivación no será la dominación o la venganza. En definitiva, huelga decir que este film animado es lo que cabría esperar de una auténtica película del Hombre Araña que retomara los aspectos iniciales de la serie de los 90.