Quiero dedicar esta crítica a Screech Powers, Steve Urkel, Sly Winkle, y demás personajes que ocuparon (y sufrieron) el papel del "empollón" en sus respectivos grupos de colegas, en las que fueron las sitcom para jóvenes que definieron los límites del género en los noventa.

Estos "empollones" se caracterizaban por disponer de grandes aptitudes para las ciencias, siempre sacaban buenas notas, solían lucir imponentes gafas de pasta y peinados relamidos, y carecían de demasiadas aptitudes sociales. Esto, obviamente, solía ser motivo de burlas y humillaciones constantes, que acababan siendo el contrapunto cómico más desahogado en las tramas de sus respectivas series. Por descontado, en raras ocasiones llegábamos a escuchar diálogos más profundos de carácter, de parte de estos desafortunados personajes: si a alguno se le ocurría la osadía de hablar sobre temas científicos, u otros sobre sus gustos personales fuera del común de los mortales (a Urkel le molaba el acordeón, ¿y qué?) rápidamente eran desprestigiados a golpe de chiste ocurrente por algún Zack Morris de popular cabellera engominada. En resumen, estos "empollones" eran poco más que un vacío parapeto humorístico, destinados a continuar siendo el hazmerreír del vulgo hasta el último episodio.

Pero los noventa pasaron, queridos amigos, y ¡oh, cruel devenir!, ahora parece que definitivamente se le ha dado la vuelta a la tortilla... ahora los "empollones" se llaman "frikis", y están de moda: ya no son los pelmas de las ciencias, ahora son "culturetas interesantes"; ya no desmerecen su plante con su vestimenta, ahora son "casual", "hipster" o alguna otra moñada; ahora todo cristo se compra de souvenir el merchan de algún superhéroe y lo pavonea sin vergüenza... Ahora, queridos míos, los "frikis" tienen su propia sitcom, con su propio grupo de colegas igualmente "frikis", y, ¿sabéis lo mejor de todo?... exacto, ahora también se llevan a la chica. ¡Ajo y agua! ;)