Un gran mérito en una narración es lograr una buena mezcla de ficción y realidad. Se puede narrar un hecho histórico protagonizado por personajes ficticios o como en el caso de "Sunshine", narrar una ficción y aderezarla con referencias históricas.
Con detalles como que el licor de la familia Sunshine está inspirado en la compañía húngara Zwack y que uno de los tres personajes interpretados por Ralph Fiennes está inspirado en Attila Petschauer, esta película narra los cambios en Hungría desde el principio del siglo XX hasta el período después de la Revolución húngara de 1956 vistos a través de los ojos de tres generaciones de una familia judía húngara en una grandiosa mezcla de ficción y realidad.