Cuando uno se dispone a ver este tipo de películas, normalmente no te esperas que vayas a ver el peliculón del año. Ni siquiera la película de la semana. De este tipo de películas se espera echar unas risas y poco más. Pero es que en esta "película", no hay nada, absolutamente nada, que sea digno de mención. Ni siquiera Bruce Willis, pese a que lo intenta; aun así, es lo menos malo. De su compañero de reparto, Tracy Morgan, decir que se hace insoportable desde el minuto uno. ¡Que mal trabaja! Él, por si solo, se basta para que la película pase de ser mala a ser una auténtica mierda. Ya, en las primeras escenas, resulta repugnante verle en varias ocasiones cayéndosele la baba. Resultaba asqueroso y era un aviso de lo que iba a ser el resto. Ni un solo chiste gracioso, ni una sola escena que pudieras, no ya reírte, sino que esbozaras una mínima sonrisa. Para rematar, y por si no fuera suficiente con Morgan, aparece el malote tonto, interpretado por Seann William Scott, que resulta deprimente cada vez que aparece en escena.

La película no aporta nada nuevo al género. Copia mala, malísima, de Dos policías rebeldes. Ahora no me extraña que esta película pasara directamente al DVD y no se comercializara en ninguna sala.

Si hay algo bueno de esta bazofia, es que no es española. Porque si esta película se le ocurre hacerla a alguno de los nuestros, automáticamente se tiene que exiliar.

Lo digo en serio, no perdáis ni un solo minuto en visionar semejante truño, salvo que os queráis autoflagelar, porque la única alegría que os va a dar esta película es cuando veáis aparecer los créditos al final. Momento, en el que resoplaréis y exclamaréis: ¡Por fin!

¡Ah!, y le pongo un uno, porque la web no permite poner menos nota, pero la valoración real que hago de semejante porquería es de un cero patatero.

Saludos.