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Voto de Tyler Durden:
7
Drama. Intriga Narra paralelamente la historia de tres personajes que han tenido algún tipo de contacto con la muerte: una periodista francesa (Cécile de France), que estuvo a punto de morir durante el tsunami que asoló el Sudeste asiático en las Navidades de 2004; un niño inglés (George McLaren) que pierde a su hermano gemelo en un terrible accidente y que busca respuestas, y un norteamericano (Matt Damon) que tiene el don de comunicarse con los muertos. (FILMAFFINITY) [+]
9 de febrero de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eastwood nos acerca una nueva película sobre la fragilidad/fatalidad humana, pero esta vez a partir de unos personajes cuya relación con la muerte se complementa. Por primera vez, construye la cinta a partir de un guión que cuenta varias historias a la vez y sin aparente conexión; al estilo manido, pero muchas veces eficaz, marca de la casa del mexicano González de Iñárritu ("21 gramos", "Babel"), o que encumbró a "Crash".

Acierta al enclavar estas historias dentro del contexto del reciente catastrofismo de este siglo XXI, como el tsunami del Índico, el 7-J londinense o las consecuencias de la actual crisis. Y este contexto que toca, de lleno o indirectamente, a cada uno de los personajes, enfatiza su desamparo ante un mundo que se ceba con ellos, haciendo que clamen por respuestas a cada paso que dan.

El problema es que aunque Eastwood se esmera en perfilar con brío unos personajes desdichados e incomprendidos, solo acierta en dejarnos su poso en parte y para cuando llegamos al final, ese brío se ha diluido tanto que no termina de llegarnos apenas nada. Y es que, aunque pequemos de exigentes, ni consigue crearnos esa profunda desazón en el estómago (como en "Mystic River"), ni un amargo nudo en la garganta (pese a que los acordes musicales nos recuerden a "Million Dollar Baby"), ni siquiera nos conduce a un final meritorio que nos deje una melancólica huella ("Gran Torino"). Es más, cuando creemos que en el tramo final Clint nos sacará el as en la manga que se guardaba, la decepción es notoria tras comprobar que la confluencia de las tres historias es tan precipitada y facilona, que las posteriores resoluciones entre los protagonistas se nos antojan demasiado flojas y quedan bastante lejos de tocarnos la fibra.

Pese a todo, la marca del veterano director se percibe, sobre todo en mostrarnos a un médium (el personaje de Matt Damon) abatido por la decepción de todo cuanto le rodea, desde lo fraternal (un egoísta hermano que bien parece de la familia de la púgil Maggie) hasta el desengaño amoroso más cruel e interesado. Así, no es de extrañar que el personaje crea que lo suyo más que un don, sea una maldición. Y aunque esta cinta está más cerca de la (sólo) correcta "Invictus" que de sus grandes obras, siempre merecerá la pena seguir la filmografía de este director que, desde la nostálgica "Un mundo perfecto", nos tiene acostumbrados muy mal… o muy bien; ¿maldición o don?
Tyler Durden
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