El guionista y director David Ayer nos sumerge en un drama bélico donde un grupo de soldados americanos tendrá que abrirse paso a bordo de un tanque en la Alemania nazi con la única esperanza de que acabe pronto la guerra.
El peso de la película recae sobre Brad Pitt, que interpreta a un veterano sargento que se encargara de infundir el valor y el espíritu de fraternidad al pelotón, de los cuales nos encontramos a un Logan Lerman (Las ventajas de ser un marginado, Percy Jackson) que se mete en la piel del soldado novato que nunca antes había quitado una vida, el cual cumple muy bien con su papel, transmitiéndonos el miedo, la angustia y la impotencia de su situación, otra actuación muy destacable y la cual ha sido algo que no esperaba es la de Shia LaBeouf (Transformers, Wall Street) que interpreta a un soldado muy religioso cansado de la guerra.

Mención especial para la dirección artística, el vestuario, la fotografía y la puesta en escena que hacen que te transporten a la Alemania de la época.

Su primera hora y media es un regalo a los amantes del cine bélico, y desde el principio apunta maneras para convertirse en una gran película del género, su fallo radica en su tercio final, el cual se resuelve de la manera mas americana posible restando credibilidad a la película, aun así es una gran película bélica para disfrutar en el cine.

En Conclusión: si te gusta el cine bélico te encantara, porque aunque la película no aporta nada nuevo al genero, da un punto de vista poco convencional y que es de agradecer, el protagonista es el tanque Fury y sus tripulantes, si no te acaba el cine bélico te resultara bastante entretenida pues esta dirigida con buen pulso que hace que no decaiga la película, manteniendo siempre la expectación.


Puntuación 3/5