El mundo que crearon Bryan Woods y Scott Beck, y que el director y actor John Krasinski decidió llevar al cine, se sigue expandiendo. En la primera parte nos enseñaron, de manera iniciática, un mundo postapocalíptico en el cual hacer el más mínimo ruido podría causarte la muerte por unos monstruos horrorosos. En esta segunda entrega expanden, en cuentagotas, el universo, cayendo en estereotipos y tópicos del género de terror y suspense. Sería un error caer en la manida frase de "segundas partes nunca fueron buenas", puesto que el trabajo del equipo de Krasinski no llega a ser decepcionante. De hecho, tiene un comienzo excelente con el que dan información del inicio de todo el desastre. Sin embargo, la valoración final no es tan positiva como cabría esperar.

En Un Lugar Tranquilo 2, el espectador volverá a vibrar en la butaca. Acertadamente, Krasinski sabe dirigir con nota un film nervioso, asfixiante y tensísimo, dispuesto a convertirse en toda una experiencia cinematográfica. Asimismo, los momentos de tensión y miedo están muy bien distribuidos a lo largo del metraje y bien compaginados con los dramáticos. Además, en esta entrega, los verdaderos protagonistas son Millicent Simmonds y Noah Jupe, los hijos del matrimonio Abbot, y ambos saben desarrollar sus personajes y hacerlos creíbles. Aparte de que esta secuela cuenta con Cillian Murphy como protagonista, un personaje con el que difícilmente empatizas, pero que Murphy sabe interpretar a la perfección.

A pesar de todo lo indicado arriba, a lo largo de los 97 minutos se repiten, en excesivas ocasiones, recursos narrativos muy trillados en el género que nada sorprenden. De hecho, no tendrían por qué desmerecer el resultado final, pero su predecesora era mucho más original y sabían cómo explicarse mejor (excepto el recurso del bebé). En este sentido, la audiencia que viva y vea Un Lugar Tranquilo 2 verá en ella secuencias previsibles y tópicas, vistas en cualquier film o serie postapocalíptica, además de ciertos elementos inexplicados incomprensiblemente (¿Por qué Murphy lleva zapatos y los otros no?, entre otros ejemplos). Al final, acaba siendo una experiencia cinematográfica igual, pero floja e inferior a su predecesora que no invita a seguir su universo.

Lo bueno: sigue siendo una experiencia tensa y absorbente.
Lo malo: utiliza demasiados recursos ya trillados y muy previsibles.

Nota: 6/10

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