Me ha entretenido mucho, la había visto hace algunos años y esta segunda revisión me ha gustado más que la primera. Las películas se muestran diferentes según nuestro momento vital.

Ryan O´Neal está magnífico, conjugando la dualidad del policía macho y mujeriego, con una sensibilidad que descubre al relacionarse con su compañero homosexual, con quien ha de compartir un caso.

El guion presenta muchos agujeros con una evidente elipsis en su planteamiento, y ciertas cuestiones que has de pasar por alto, si deseas divertirte... en el momento que resuelves tus dudas con ella, es puro entretenimiento. Cuida aspectos que hoy día se olvidan en el género, y aunnque sus escenas no son nada extraordinarias, se diferencia por evidentes artimañas simpáticas, expuestas con argucia.