Con sólo un capitulo y medio...
Cualquiera que se haya informado mínimamente sobre este pedazo de mierda, sabrá que se trata de un psicópata caníbal que disfrutaba machacando, y comiéndose, a sus víctimas... NO HAY MÁS.
Leí cosas sobre él, después de ver una película de muy bajo presupuesto interpretada hace 20 años por Jeremy Renner, un año antes de empezar a hacer cosas más importantes, que helarían la sangre a cualquiera.
Ahora llega Netflix, ese agujero infecto que no para de cagar "obras", para presentarnos a este cabronazo como si fuera el muñeco Mimosín. Se gastan un pastizal en hacer una serie donde la psicología del personaje es la piedra angular, pero le dan la vuelta a conveniencia para justificar sus crímenes de alguna forma... ¿Por qué? Para romper el tabú del canibalismo y preparar a la sociedad (informaros sobre la Ventana de Overton, por favor). A lo largo y ancho del planeta, en sociedades occidentales, los medios de comunicación ya están blanqueando el canibalismo (buscad titulares).
Esto no es una serie, no es arte, es ingeniería social, y a tenor de las críticas, está funcionando de maravilla. Deseando que haya un reseteo, porque una sociedad tan depravada como ésta, que ensalza a productos de laboratorio como éste, merece desaparecer.