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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Drama. Romance La pasión por la música lleva a Gretta (Keira Knightley) y a Dave (Adam Levine), novios desde el instituto, hasta Nueva York. Pero cuando él, una vez alcanzado el éxito y la fama, la abandona, ella se queda completamente desolada. Una noche, un productor de discos (Mark Ruffalo) recién despedido, la ve actuar en un bar de Manhattan y queda cautivado por su talento. Primera película en USA del director de "Once" (2006). (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2014
36 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curioso desembarco del irlandés John Carney en la Meca del cine.
Antes que nada cabe preguntarse en qué genero encuadrar su "Begin Again", si en la comedia romántica o el musical. O no, y del mismo modo que la vida resulta más compleja que las incontables etiquetas con las que tantos tratan en vano de sojuzgarla, también el cine excede en ocasiones las categorías, a fin de cuentas arbitrarias y reduccionistas.
Ni que decir tiene que la golosina- indiscutiblemente deliciosa- que Carney nos reserva poco se parece al gris día a día de la mayoría; pero su apuesta por el optimismo y el buen rollo que se esfuerza ardua y denodadamente en transmitir merecen el agradecido elogio de este plumilla otras- muchas- veces inmisericorde con productos de pelo similar.
Porque, efectivamente, no cabe duda de que "Begin Again", con todos sus defectos- que los tiene, y que señalaré a continuación-, es un soplo de aire fresco para ambos- sufridos- géneros, musical y "rom-com", tanto la adscribamos a cualquiera de ellos como o a los dos.
Hace gala de una inusual habilidad para mantener la sonrisa pintada en el rostro del espectador más cínico durante buena parte del metraje, y se trata, además, de una de esas películas que, al menos durante un par de horas, nos reconcilian con el resto de homínidos- de la sala y del planeta-.
En su debe no queda sino reseñar que, como les sucede a otras cintas del mismo corte, se asoma con escaso pudor al abismo de la vergüenza ajena- ejemplo palmario de ello es la escena en que el mugriento productor musical interpretado por Mark Ruffalo "descubre" al diamante en bruto de estudiada estética post grunge que compone la luminosa Keira Knightley; ante la cual no sabe uno si sonrojarse o admirar su atrevimiento-. En cualquier caso, es un riesgo que vale la pena correr. A cambio se sale del cine siendo mejor persona, y eso, hoy día, constituye un logro cada vez más trabajoso.
Mención aparte para una estupenda banda sonora- pese a los estridentes falsetes de Adam Levine (sí, el de Maroon 5... en serio)-, en la que destaca especialmente la acariciadora voz de una Keira Knightley de maravillosa sonrisa imperfecta- digna de figurar, de hecho, y de pleno derecho, en el "Gran Libro de las Sonrisas Británicas"- que, tal como acostumbra, se nos muestra arrolladoramente encantadora, al tiempo que profundamente irritante. En fin, dolor-placer, que gustan algunos.
Carorpar
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