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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
8
Drama. Thriller John Grant, un excelente profesor que llega a una ciudad de mineros situada en un inhóspito desierto, decide pasar allí la noche antes de coger un avión para Sydney. Pero pasan cinco noches y parece que Grant se está acercando poco a poco a la autodestrucción. Cuando los efectos del alcohol empiezan a distorsionar su percepción de las cosas, surgirá un aspecto de su personalidad muy poco agradable, que se traduce en un gran desprecio por sí mismo. (FILMAFFINITY) [+]
7 de noviembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insólito film australiano con referencias, tan sorprendentes —no se me ocurren cinematografías más alejadas, en lo geográfico al menos— como indiscutibles, a “El ángel exterminador” (ídem, 1962) (Atención, spoiler)*.
A medio camino entre la comedia negrísima y el drama de adicciones, todo ello ribeteado con toques de thriller e incluso western—muy sui generis ambos, como no podía ser de otra manera—, “Wake in Fright” plantea un sórdido retrato de la naturaleza humana. De la mirada implacable del talentoso Ted Kotcheff no se libra ni el sofisticado urbanita que se quiere (y mucho) un Gary Bond cuyo hieratismo inicial acaba convertido en veraz desesperación, previo paso por los diversos grados del estupor. Tampoco, por supuesto, los animalizados habitantes del devastador “Outback”, ese desierto sin fin, verdadero infierno en la tierra que explicitan tanto la versión española del título como su protagonista, en impagable intercambio de impresiones con el sheriff de turno. El embrutecimiento de aquéllos se encarna con turbadora eficacia en el médico borrachuzo compuesto por un Donald Pleasance bastante lejos del apocado falsificador que interpretara en la celebérrima, y divertidísima, “The Great Escape” (La gran evasión, 1963).
“Wake in Fright” tiene el mérito añadido de, aun sin pretenderlo, resultar tan inquietante, si no más que cualquier cima del género de terror —alcanzadas muchas de ellas, por cierto, en aquellos ásperos setenta.
Mención aparte merece la durísima escena cinegética, inacabable como el omnipresente “Outback”. Sus imágenes terribles remiten poderosamente a “La caza” (ídem, 1966) de Carlos Saura, no en vano epígono aventajado del citado Buñuel, antes, eso sí, de dejarse llevar por el vacuo esteticismo de los últimos años —décadas, cabría ya decir, pero ése es otro cantar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Carorpar
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