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España España · Santiago de Compostela
Voto de The Big Dipper:
3
Acción. Aventuras En el siglo XIII, Ogatai, hijo de Genghis Khan, se propone conquistar Europa sin reparar en medios. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espantosa película de aventuras clásica. Yo, que soy un fanático de este tipo de películas y que siempre me consideraré un defensor frente a viento y marea de este tipo de cine, me enfrentaré contra quien haga falta con tal de defender la dignidad de la peor de las películas de aventuras de la historia, pero yo mismo no he podido soportar lo pésima que me pareció ésta en concreto, hasta yo me he tenido que rendir a la evidencia y, por no ser un hipócrita, he de reconocer lo que opino. Errores insalvables. En primer lugar y lo peor de todo, las caracterizaciones de los personajes. Estamos todos cansados de ver a rubios de ojos azules que se tiñen el pelo de negro y se embadurnan la cara con betún para aparentar árabes o similares, en el cine de los años 50 era muy habitual que actores de talla fuesen caracterizados de esta manera, cantaba un poco, pero era positivo para la calidad final de las películas. "Los mongoles" de André de Toth, no dan el pego ni por asomo, no es lo mismo Edward G. Robinson haciendo de egipcio en Los Diez Madamientos que actores de medio pelo (nunca mejor dicho) disfrazados de mongol para hacer una de mongoles (en este caso podríamos aplicar ambas acepciones del término mongol). El personajes culmen de esta cinta, Genghis Khan, no hay por dónde cogerlo, menos mal que casi no aparece, pero cuando lo hace le pone la guinda a este pastel de despropósitos. Los actores son pésimos hasta la saciedad, te pasas media película autoengañándote alabando el esfuerzo que hacen pero al final el edificio se desploma por su propio peso de lo malo que es todo en esta pelicula de pacotilla. Aún así y por dejar una nota positiva, no es de esas como "Druidas" que te pueden provocar espasmos si no apagas el reproductor de DVD a tiempo (pobres aquellos que se gastaron un solo euro en ir a verla al cine), es una película mala que se puede ver, pero eso que si eres capaz de terminar de verla eres un héroe o te aburres muchísimo. De mongoles hay otras películas mucho más interesantes que ésta. Hasta la de de Henry Levin de 1965, que la ponen bastante floja, es mucho mejor que la que estamos analizando, aunque sea solo porque la protagoniza Omar Sharif (allí los mongoles también son actores disfrazados pero se nota que el presupuesto era americano y no europeo). Los italianos en esta época estaban especializados en el espaguetti western y en los peplums, y de ahí se pueden sacar cosas interesantes, pero de mongoles... Además, la producción en sí es un popurri italo-franco que no encaja nada bien. Lo dicho, se puede ver (al menos un ratillo) pero es bastante floja.
The Big Dipper
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