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Voto de Neckriagen Omoide and Dreams:
9
6,4
17.661
Drama
Delft, Holanda, 1665. Griet entra a servir en casa de Johannes Vermeer, el cual, consciente de las dotes de la joven para percibir la luz y el color, irá introduciéndola poco a poco en el mundo de su pintura. Maria Thins, la suegra de Vermeer, al ver que Griet se ha convertido en la musa del pintor, decide no inmiscuirse en su relación con la esperanza de que su yerno pinte más cuadros. Griet se enamora de Vermeer, aunque no está segura ... [+]
4 de febrero de 2011
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinopsis, hay muchas en internet.
Película basada en el libro homónimo, que narra una historia ficticia sobre el cuadro de Johannes Vermeer "La Joven de la Perla", y antes que nada, aclaro que no he leído el libro, y por ahora no pienso hacerlo.
Bien, la aprobación de la ambientación e iluminación es unánime, así como de la música.
Si se interesa un poco por la obra del autor (y yo lo hice) verá como cosas como el estudio, la ropa, las habitaciones, incluso algunos de los muebles, toda la obra de Vermeer está reflejada en la película, un respeto por el tema que ya no es común en estos tiempos, y la música es un reflejo fiel de la película, suave, sin estridencias, sin exageraciones ni pretensiones.
Si está acostumbrado al cine de acción y la TV, es decir, entretenimiento inmediato y digerido, pásela de largo, le aburrirá, pues no logrará entender mucho.
Si sabe leer más allá de las palabras, si sabe un poco de arte o mejor aún, su ha ejercido alguna disciplina artística, como es el caso del que escribe, y si está un poco hastiado de las películas de la explosión y el desnudo fáciles, le encantará.
La interpretación de cada personaje es notable, con Firth y Johansson diciendo mucho con sus miradas y sus acciones, el mecenas pervertido, la suegra enjuta, la esposa celosa y en crisis (y, siendo sinceros, con justa razón) y las hijas consentidas.
La acción es calmada, sin el bombo y platillo que ha sido tan obscenamente abusado en estos días, la historia no se cuenta por sus diálogos o por sus situaciones, se cuenta por sus detalles.
Hay un dejo de suspenso, que muchos sabrán notar, esperamos ver el cuadro, y hay que esperar...
Película basada en el libro homónimo, que narra una historia ficticia sobre el cuadro de Johannes Vermeer "La Joven de la Perla", y antes que nada, aclaro que no he leído el libro, y por ahora no pienso hacerlo.
Bien, la aprobación de la ambientación e iluminación es unánime, así como de la música.
Si se interesa un poco por la obra del autor (y yo lo hice) verá como cosas como el estudio, la ropa, las habitaciones, incluso algunos de los muebles, toda la obra de Vermeer está reflejada en la película, un respeto por el tema que ya no es común en estos tiempos, y la música es un reflejo fiel de la película, suave, sin estridencias, sin exageraciones ni pretensiones.
Si está acostumbrado al cine de acción y la TV, es decir, entretenimiento inmediato y digerido, pásela de largo, le aburrirá, pues no logrará entender mucho.
Si sabe leer más allá de las palabras, si sabe un poco de arte o mejor aún, su ha ejercido alguna disciplina artística, como es el caso del que escribe, y si está un poco hastiado de las películas de la explosión y el desnudo fáciles, le encantará.
La interpretación de cada personaje es notable, con Firth y Johansson diciendo mucho con sus miradas y sus acciones, el mecenas pervertido, la suegra enjuta, la esposa celosa y en crisis (y, siendo sinceros, con justa razón) y las hijas consentidas.
La acción es calmada, sin el bombo y platillo que ha sido tan obscenamente abusado en estos días, la historia no se cuenta por sus diálogos o por sus situaciones, se cuenta por sus detalles.
Hay un dejo de suspenso, que muchos sabrán notar, esperamos ver el cuadro, y hay que esperar...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Veermer, un artista clasemediero poco basto en su obra, pero bien reconocido, taciturno, retraído, algo neurótico, y al parecer con fama de ligero, Griet, una joven humilde, cuya necesidad familiar le obliga a salir a buscar sustento, y, un detalle argumental que se agradece, con una incipiente noción de la estética, inculcada por su padre, que fuera azulejero, noción que Vermeer logra apreciar, y que lamentablemente no logra fomentar en la medida que quisiera, toda vez que su mujer, suegra, y legión de hijas, no ven con buenos ojos que estos se frecuenten, dada la fama del patrón...
Griet aguanta de mejor modo los tratos de su condición de servidumbre (comunes en la época), y lo celos de la patrona, mujer que ha vivido sosegadamente, con cierto lujo, pero que cada vez se siente más insegura, dadas las costumbres de su marido, y una juventud y belleza que se han comenzado a despedir, la imagen virginal de la criada representa una afrenta, además de estar demasiado metida en los cuadros de su marido, aunque, bien a bien, ni los entiende, ni le interesan.
Griet, como toda joven, se siente atraída por un muchacho de su edad (extraído también de los cuadros de Vermeer), pero el patrón, a la vez un hombre hosco y descuidado, y a la vez alguien que ve cosas que nadie puede ver, incluso en ella, la inquieta.
Quizá esté equivocado, quizá no es lo que quiso mostrar el director, quizá tampoco es lo que quiso demostrar la autora del libro, pero es lo que he visto. Veermer se encuentra fascinado por Griet de manera ambivalente, por un lado, su transparente belleza, por otro, su incipiente visión de la estética, ante ella, el resto de la humanidad parece vulgar, y quizá por eso no se atreve a ir más allá con ella, porque al acercarse transtocaría era imagen, eso, por un lado, y por el otro, tiene un lienzo dónde desfogar toda esa pasión y fascinación. Tomarla no sólo arruinaría a Griet, arruinaría el cuadro.
Nunca es más elocuente como en la escena del clímax, creo que es la más intensa y cálida alegoría que he visto de la pérdida de la virginidad, Veermer sabe lo que debe hacer, y lo hace, Griet está consternada, y destrozada, nunca en toda su vida necesito más amor, se nota cuando intenta besarlo, y Veermer se limita a secar sus lágrimas... para humedecerle los labios, no puede ir más allá, el cuadro espera.
Pero Griet no puede esperar, vive dentro de ella una experiencia que debe ser terminada, lleva una pasión que tiene que desfogar... el resto es historia.
Ya no se hacen películas así.
Saludos.
Griet aguanta de mejor modo los tratos de su condición de servidumbre (comunes en la época), y lo celos de la patrona, mujer que ha vivido sosegadamente, con cierto lujo, pero que cada vez se siente más insegura, dadas las costumbres de su marido, y una juventud y belleza que se han comenzado a despedir, la imagen virginal de la criada representa una afrenta, además de estar demasiado metida en los cuadros de su marido, aunque, bien a bien, ni los entiende, ni le interesan.
Griet, como toda joven, se siente atraída por un muchacho de su edad (extraído también de los cuadros de Vermeer), pero el patrón, a la vez un hombre hosco y descuidado, y a la vez alguien que ve cosas que nadie puede ver, incluso en ella, la inquieta.
Quizá esté equivocado, quizá no es lo que quiso mostrar el director, quizá tampoco es lo que quiso demostrar la autora del libro, pero es lo que he visto. Veermer se encuentra fascinado por Griet de manera ambivalente, por un lado, su transparente belleza, por otro, su incipiente visión de la estética, ante ella, el resto de la humanidad parece vulgar, y quizá por eso no se atreve a ir más allá con ella, porque al acercarse transtocaría era imagen, eso, por un lado, y por el otro, tiene un lienzo dónde desfogar toda esa pasión y fascinación. Tomarla no sólo arruinaría a Griet, arruinaría el cuadro.
Nunca es más elocuente como en la escena del clímax, creo que es la más intensa y cálida alegoría que he visto de la pérdida de la virginidad, Veermer sabe lo que debe hacer, y lo hace, Griet está consternada, y destrozada, nunca en toda su vida necesito más amor, se nota cuando intenta besarlo, y Veermer se limita a secar sus lágrimas... para humedecerle los labios, no puede ir más allá, el cuadro espera.
Pero Griet no puede esperar, vive dentro de ella una experiencia que debe ser terminada, lleva una pasión que tiene que desfogar... el resto es historia.
Ya no se hacen películas así.
Saludos.