Seamos francos, el público que gusta de este tipo de género no busca tramas complejas, giros argumentales, drama social... sino erizar su piel a base de pura adrenalina. Y con eso es lo que nos encontramos: una película de acción que simplemente pretende dar a su público lo que pide.

Su pequeña innovación es que ha sido completamente rodada con una cámara de acción, haciendo que gracias a eso sea mucho más fácil introducirte en la piel de nuestro protagonista; y su enorme aportación es que en ningún momento te deja relajarte. Con tantas escenas de acción seguidas unas detrás de otra, rogaba por ver alguna escena más pausada para poder respirar y sin embargo, dicha escena no llegaba. Al terminar el filme lo agradecí enormemente, ya que ninguna otra película me había producido la misma sensación.

Se la recomiendo encarecidamente a aquel que simplemente busque en una película: acción, persecución, artes marciales, disparos... todo junto, porque difícilmente va a encontrar algo similar.