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Voto de Albert_Feynman:
3
Fyre
2019 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: Billy McFarland, Ja Rule
6,5
3.584
Documental Fyre fue promocionado como un lujoso festival de música en una isla privada de las Bahamas con actuaciones musicales de primer nivel, supermodelos en bikini y servicios pijos. Los organizadores ofrecían un evento exclusivo y en poco tiempo vendieron todas las carísimas entradas. Pero los invitados llegaron a la isla para descubrir que la realidad estaba muy lejos de esas promesas. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2019
41 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este documental nos muestra como Billy McFarland, joven rico de Nueva York, intenta llevar a cabo la descabellada idea de montar un festival de música para gente rica en una isla en mitad del caribe y el inevitable desastre en que termina la idea. McFarland promociona su festival a base de mentiras y miente a los inversores, como un malvado embaucador particularmente inútil, que trata de retrasar, que no evitar, la catástrofe que se avecina. Como espectador, uno siente un cierto placer culpable al ver a todos esos niños pijos siendo engañados y encontrándose en un descampado con tiendas de campaña y colchones mojados, de tal manera que en un primer momento uno no se da cuenta de que hay algo que no cuadra en este relato.
¿Es posible que todos los organizadores fuesen engañados por McFarland? ¿Cómo puede entenderse? Todos los entrevistados hacen vagas referencias a que creían que McFarland era un genio, un visionario, que creían en él, aunque era evidente que todo era mentira. Este relato no es verosímil, y parece un intento de los participantes de desviar toda la responsabilidad hacia un conveniente chivo expiatorio.
Todo esto cobra mayor sentido al ver que Jerry Media, la empresa encargada de promocionar el festival, es la productora del documental. Al enmarcar el desastre como fruto de una sola persona y diluir la responsabilidad del resto de los participantes pretenden que el público no les reclame su parte de responsabilidad por promocionar el festival. Incluso se permiten dar un paso más y aprovechan la oportunidad para hacerse autobombo en cierta parte, al decir que McFarland contrató a “los mejores” para promocionar el festival. Simplemente patético.
Este documental es un caso muy claro de hipocresía y conflicto de intereses, y no debe tomarse en serio.
Albert_Feynman
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