Adaptación libre y depauperada de la célebre obra homónima de G. Boccaccio en la que P.P. Pasolini opta por un modo de hacer cine que resulta afectado y que obliga a los protagonistas a comportamientos tan histriónicos y sobreactuados que les hace parecer tontos.
La carga de parodia, su intención burlesca y lo ejemplar de las moralejas que encierra su filosofía de la picaresca se convierte en un anecdotario trazado con pulso de escaso vigor.
Los diálogos están poco cuidados, el desarrollo de la acción resulta irregular aunque su ritmo es adecuado y su estilo narrativo tiende casi siempre a la precariedad.
Menos mal que la banda sonora y algunos detalles de ingenio cinematográfico evitan una estrepitosa caída en lo artístico aunque en el ámbito comercial obtuviera un éxito a todas luces incomprensible.