Película que se inscribe en una vanguardia formal sin reservas y que propone un argumento complejo cuyo guión llama la atención por su fuerza expresiva, por su creatividad y por la originalidad de su desarrollo.
Es cierto que el trasfondo matemático como pretexto podía haberse tratado de modo más riguroso pero, al tratarse de una licencia para la acción, no trataremos sobre ello.
Desde el punto de vista cinematográfico, su planteamiento es audaz y heterodoxo pero de gran eficacia gracias a los inusuales -pero sugestivos- ejercicios de la cámara y a su técnica narrativa, aparentemente caótica, pero cuyo resultado resulta admirable.
Combina diversos rasgos de lo humano para dramatizar los márgenes de una historia personal frustrante pero intensa invocando una forma de hacer cine irreverente, estimulante pero extenuante, agobiante y perturbadora.