Irreprochable juguete cómico que destila un humor poco usual, inteligente e imaginativo puesto al servicio de una ejercicio narrativo que destaca por su brillantez, por su pulcritud y por su eficacia.
En el contexto de un elenco en el que cerca de una veintena de grandes intérpretes trabajan a las órdenes de J.L. Sáenz de Heredia, destacan un F.F. Gómez y una M. Félix que dan credibilidad a sus respectivos papeles, émulos de los que Goethe lanzara a la fama hace más de dos siglos.

Ejercer de demonio se convierte en una actividad difícil cuando un buen guión se pone al servicio de la diversión cinematográfica.