"Yo soy Sam" es un emotivo drama que sigue la vida de Sam, un hombre con discapacidad intelectual que lucha por mantener la custodia de su hija Lucy. A través de su relación con su hija y su lucha legal, la película explora temas de amor, sacrificio y la capacidad de las personas para superar desafíos.

La película ofrece una mirada conmovedora sobre la fuerza del vínculo familiar y la lucha por la justicia. Si bien es cierto, me preocupa la representación estereotipada de la discapacidad intelectual. Bajo mi punto de vista, tiende a enfocarse principalmente en las dificultades que enfrenta Sam debido a su discapacidad, sin profundizar lo suficiente en sus fortalezas, habilidades y aspectos positivos de su vida, presentando a estas personas únicamente como individuos dependientes y limitados, en lugar de reconocer su diversidad y capacidad para llevar vidas plenas. Retratan a Sam como un personaje que necesita ser constantemente cuidado y protegido por otros, en lugar de empoderarlo y permitirle tomar decisiones por sí mismo dentro de sus capacidades. Esto puede reforzar la percepción de las personas con discapacidad como personas pasivas y desvalidas, en lugar de individuos capaces de tomar el control de sus propias vidas y contribuir activamente a la sociedad.
Lo que yo veo de Sam, es una persona con un amor incondicional hacia su hija, que es la fuerza impulsora detrás de sus acciones y decisiones; una persona con gran memoria visual, que le otorga una ventaja en situaciones donde otros podrían subestimarlo debido a su discapacidad; una persona honesta y sincera, mostrando autenticidad y pureza de corazón. Además, explota la empatía para comprender y conectar emocionalmente con los demás a pesar de sus propias luchas internas.

Para mí, representa una gran visión sobre los prejuicios que se tienen sobre las personas con discapacidad intelectual y cómo deberíamos cambiar la mentalidad para tratarlos por lo que son: personas