Cientos... Desde que la Bruja de Blair reviviera el mito ya explotado en peliculones a lo Holocausto Caníbal la autoproducción, falta de imaginación y tendencia a lo facilón ha hecho que el género más -y peor- explotado sea el del falso documental en su versión "found footage". En este caso no estamos ante uno de los mejores (si es que hay muchos de esos) ejemplos. Se deja ver, sin más.
Aunque desaprovecha en su último tercio pequeños puntos a su favor que había ido ganando. Nada, una "patochá caliente", que dirían en mi pueblo.
Dos parejitas intelectualmente aún en fase de desarrollo se van, con la hermana de uno de los muchachotes, a pasar un finde a una cabaña pasado un poblado "abandonado" en mitad del bosque. Original punto de partida, ¿no?.
Bueno, el otro machoman acaba de descubrir las virtudes de la cámara, por lo que graba todo lo que puede y más... Claro, si no, no hay found footage que valga. Para introducir el mal rollo, el único dial que logran pillar es aquel en el que un viejuno lanza maldiciones bíblicas a los oyentes. Paran y se encuentran un perro-ciervo despellejado y destripado en la cuneta y al instante tienen un par de encontronazos con una furgoneta kamikaze... Y no sigo porque hay muchos fans del género y no es plan destriparles la trama (?).
Lo mejor: Carne fresquita para goce de espectadores salidillos.
Lo peor: Más de lo mismo.