El documental dirigido por Lucy Blakstad sobre el ascenso y caída de Carlos Ghosn, quien fuera todopoderoso CEO del grupo Renault y Nissan, un documental que aporta mucho y nada a la vez sobre el tema y que sorprende que con los nombres detrás de este proyecto, como BBC, Arte y ZDF, tenga un resultado tan mediocre.

Fugitivo cuenta la vida de Ghosn desde que llega a ejecutivo en Renault hasta su huida de la Justicia en Japón, pasando por la alianza Renault-Nissan, sus recortes y su fama en Japón, porque para un hombre global como lo fue Carlos Ghosn, con triple nacionalidad: libanesa, francesa y brasileña, se centre solo en Japón y en su papel en Nissan, dejando testimonial su paso por Renault, que solo se menciona al inicio y un poco hacia el final. Y ni una mención a Mitsubishi, el tercer miembro de la alianza y quizás uno de los mas relevantes, al ser parte de uno de los mayores conglomerados mundiales.
Así que es irónico que se ignore de esa forma la matriz del grupo y que seguramente los franceses tendrán que decir algo del tema. Mencionando solo el caso del suicidio de algunos ejecutivos dentro de las instalaciones de Renault por la presión laboral. Más cuándo la producción es en parte francesa e incluso a lo largo del documental, los subtítulos que aparecen lo hacen en inglés y francés.
Como amante de los coches, se me hace raro que se hablen casi dos horas sobre la historia de un ejecutivo clave del mundo del automóvil durante años y solo se mencione un auto, en este caso el Nissan GT-R, a pesar de que en su mandato, Renault consiguió dos mundiales de Formula 1 con Fernando Alonso (que solo sale en una secuencia de fotos para mostrar la influencia del protagonista con famosos varios) o fracasos estrepitosos como el Renault Avantime, que mató Matra. Nada esto, solo pasadas rápidas con imágenes de archivo de Ghosn sonriente con el Micra o presentando el Nissan Leaf y el Renault Zoe, las que fueron las primeras apuestas serias del grupo en lo eléctrico.
Y este es el gran defecto de Fugitivo: El curioso caso de Carlos Ghosn, que trata muchos temas, pero ninguno en profundidad a la vez, dejando flecos por todos lados, como los orígenes y como llego hasta tan alto. Solo tratando su pasado previo con su hermana mirando fotos de él de pequeño y mencionando la historia de su padre, que llegó a estar condenado a muerte en el Líbano antes de exiliarse a Brasil, el país natal del exejecutivo de Renault.
O las acusaciones que provocaron su caída, con algunas menciones a sueldos desorbitados o que camuflará en una fiesta del 15 aniversario de la alianza Renault-Nissan la de su 60 cumpleaños con una lujosa fiesta en Versalles, con una combinación extraña de electrónica con bailarines de época.
Y quizás el que podría dar un documental interesante por si solo, el de su huida, de cómo estando bajo fianza y bajo el acoso constante de paparazis y vigilancia de la policía de Japón, nuestro protagonista escapó. Muchos temas que se mencionan y presenta, pero en ninguno se llega a fondo.
El dispositivo del documental viene siendo uno comercial, declaraciones combinadas de imágenes de archivo, ya sea de un compañero dentro de la ejecutiva de Renault o Nissan, que su asistenta en Japón o el corrector de discursos personal de Ghosn. Lo que no implica que no es que consiguieran información, sino mas bien que no han sabido elegir un tema concreto.
El único aspecto heterodoxo del documental es recurrir a una actriz para que en cierta forma haga de el protagonista ausente, dando un punto distendido al documental, aunque Carlos Ghosn es presente con proyecciones de fragmentos de la declaración suya en el Líbano cuándo huyo. Este recurso seguramente para recordar su estancia en la prisión de Kosuge. Donde estuvo 130 días encerrado en una prisión de alta seguridad.
Mencionando de pasada (de nuevo) la particularidad del sistema penal nipón, donde en cierta forma, se te presupone culpable y el plan no es tanto probar la inocencia, sino que aceptes tu culpabilidad para así tener una pena menor.
En conclusión, Fugitivo: El curioso caso de Carlos Ghosn se une al catálogo de Netflix de producciones destinadas inflar el material del servicio de streaming, como le pasara a Vivir sin freno: El turbulento mundo de John McAfee, películas sobre temas interesantes pero su ejecución lo dejan como no mas que un largo de información superflua para decir que al menos tienes algo del tema.