La venganza es un plato que se sirve frío U know, el ojo por ojo y diente por diente más visto que el tebeo, esta es una peli de esas, estáis avisados, con juicio de por medio.
Lo curioso es que al ser alemana nos plantean este dilema moral de una forma cartesiana, tratando de darle una lógica aplastante a la ley del talión y su poder inevitablemente destructor. Es como si Charles Bronson, Liam Neeson, Clint Eastwood o Uma Thurman se hubiesen empapado de Kant antes de darse al tomatazo. O con esa impresión me he quedado. Que Diane Kruger está estupenda, pero eso no quita que el planteamiento de los personajes sea muy simplista, con tópicos más propios de una producción de Hollywood de este tipo, aunque maquillado con unas pretensiones sociales y políticas que se quedan en basiquitas. El resultado en sí resulta bastante maniqueo.
A ver, la he disfrutado pasando por encima de esas torpezas pero el tramo final derrapa además a nivel narrativo.
Lo triste quizás es que lo que debería provocar reflexión a mi me genera somnolencia.