Hay que reconocer que Guy Ritchie es un realizador que es capaz de imprimirle su estilo y tono a cualquier obra que se precie. Lo hizo con Sherlock Holmes en sus dos entregas, y ahora el turno le ha tocado al relato de la leyenda del Rey Arturo… Eso sí, no estamos ante la mítica historia, sino ante una especie de precuela que, aunque coge elementos de la leyenda, se podría decir que es más “original”.

El entretenimiento de "Rey Arturo" se debe, sobre todo, gracias al ritmo narrativo perpetrado por Ritchie y su estilo de humor, que impregnan el metraje de un aura de producto creado exclusivamente para su disfrute, si bien no exento de algunas pegas, casi todas ligadas al propio estilo del cineasta como su bizarrismo o una sensación videoclipera muy bruta que a más de uno no le gustará…

En el terreno interpretativo me tengo que deshacer en ciertos elogios hacia Charlie Hunnam al que Guy Ritchie ha sabido explotar su faceta más macarra, presentando a un Arturo muy lejos de la imagen que, normalmente, se le suele dar al personaje. Lo mismo se puede decir de los futuros caballeros de “la mesa redonda”, todos ellos alejados de la figura de caballero de leyenda…

En definitiva: 'Rey Arturo: La leyenda de Excalibur' es una película cien por cien “made in Ritchie” que nos entrega su visión steampunk, macarra y gamberra de la mítica leyenda. Para ello ha contado con el compromiso de sus intérpretes en una propuesta que resulta endiablada y divertida.

-Lo mejor: Su estilo, tanto para lo bueno como para lo malo. El reparto. La tremebunda banda sonora de Daniel Pemberton. La visión videoclipera y steampunk del mítico relato.

-Lo peor: El olvido de ciertos elementos y personajes dentro de este film es abrumador (y más cuando, probablemente, no va a existir secuela alguna).

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