Negrísima comedia con tintes de terror y merecida calificación para mayores de 18 años que supuso el debut tras las cámaras de Robert Bierman. Prácticamente desde el momento de su estreno se convirtió en pieza de culto gracias, sobre todo, a la desfasadísima performance del por entonces todavía semi-desconocido Nicolas Cage. ‘Besos de vampiro’ fue filmada a mayor gloria de su estrella protagonista (más protagonista que estrella en el ya lejano 1988), de su recital de caras, de sus arranques de furia y de su particular estilo de interpretación en el modo más exagerado que le era posible.

La película comienza con una ambientación en Nueva York propia de un film de terror, pero, poco a poco, mientras nos van presentando al personaje de Peter Loew (Cage), vamos dándonos cuenta de que el envoltorio de horror es una excusa para la comedia. Comedia que se irá apoderando inexorablemente del metraje conforme Loew vaya perdiendo más y más los papeles...

Todo el film se sostiene obviamente sobre las espaldas de Nicolas Cage, y sí uno no es fan, o no soporta al actor cuando se pone en plan exagerado, pues mejor ni acercarse a esta cinta, ya que el film contiene momentos de sobreactuación que dejan en pañales al Jim Carrey más desatado. También conviene decir que si sé es fan de las comedias negras, entonces este film les robará el corazón, porque en él podremos ver a uno de los intentos de chupa-sangre más penosos y cutres de la historia (atención a la guarida que se va fabricando Loew en su piso, o al momento en que acude a una tienda de bromas a comprarse unos colmillos a juego con su “nuevo yo”).

En definitiva: 'Besos de vampiro' es un film hecho para explotar todo el potencial de Nicolas Cage y comenzar a cimentar la leyenda de que Nic es un género en sí mismo. A la vez patentó la fórmula del sub-producto de comedia negra de chupa-sangres con films que luego quisieron seguirle y acabaron fracasando, y cuyo mayor ejemplo sería ‘Un vampiro suelto en Brooklyn’ (1995) de Wes Craven con Eddie Murphy.

-Lo mejor: Su inenarrable tono serio de horror mientras vemos a un patético intento de señor de la noche irse de ronda nocturna. El personaje de Peter Loew en las manos de un Cage perfecto para el papel.

-Lo peor: Si el espectador no soporta a Cage cuando se pone en plan recital de caretos, no podrá gozar de una de sus más imperdibles actuaciones, en un film hecho para desfasar interpretativamente.

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