Una buena película que pude seguir por el personaje de Clive Owen, por sus motivaciones en la historia, si no fuera por eso me hubiera costado seguir la película, las intrigas de los grandes bancos europeos por controlar a países del tercer mundo me resultan bastante antipáticas.
El momento en que el personaje que hace Ulrich Thomsen parece "instruir" a su hijo mientras juega al ajedrez me hizo cogerle antipatía, aunque como actor me parece bastante carismático.

De todas maneras, la película tiene a Clive Owen y a Naomi Watts viajando a través de varias ciudades de Europa y América en busca de un frío asesino.