Todo parecía indicar que “Stoker” iba a ser un más que notable trhiller de terror, ya que posee los ingredientes suficientes para ello. Un reparto con nombres conocidos, un reputado director, buena banda sonora y una historia que parece prometer. Pero no, todo se queda en el tintero.

No me sirve de nada que Park Chan-wook (“Oldboy“, 2003) realice con extraordinario esmero algunas escenas que verdaderamente son espléndidas, pero que después no tienen ni sentido ni importancia alguna para comprender algo que va a suceder después. Metraje desperdiciado que quizás podría haberse aprovechado en perfilar un desenlace que me ha llegado a parecer demasiado simplón, poco innovador y fácil. Y creo que el director surcoreano puede dar mucho más de sí mismo, si hubiera querido o le hubieran dejado. Luego hablaré de por qué digo esto.

Pasando a la historia, nos encontramos con que India Stoker (Mia Wasikowska) acaba de perder a su padre en un accidente de tráfico. India, es una chica extraña, poco sociable y con unos sentimientos que únicamente su padre comprendía, habiendo un vínculo entre ellos dos que se rompe. Es entonces cuando aparece en escena Charles (Matthew Goode), el hermano de su padre, el cual ha venido con la intención de hacerse cargo de India y su madre. Aunque no todo es lo que parece e India “percibe” que su tío oculta algo, aparte de sentir que, al igual que con su padre, existe ese vínculo especial.

Poco que decir del trío de protagonistas de esta historia, sino, destacar la magnífica interpretación de Matthew Goode (“Match Point“, 2005) dando vida a Charles Stoker, un hombre enigmático, sigiloso y cauto, que parece moverse entre las sombras. Respecto a Mia Wasikowska (“Jane Eyre“, 2011), me esperaba más, ya que siendo la protagonista no ha logrado llegar al espectador. Creo que no le pegaba hacer una película así. Y aunque suene mal, creo que los papeles del estilo como Alicia de Disney o Jane Eyre le van mejor. Lo de hacer de niña “repipi” excéntrica con “toques emo” es mejor que no lo repita. Nicole Kidman (“Moulin Rouge“, 2001) es quizás el fiascazo total, más incluso que Wasikowska, ya que para lo gran actriz que es, se queda como mera segundona. Talento desperdiciando.

Retomando lo que he dicho al principio, quizás el hecho de que “Stoker” se haya convertido en una cinta a medias haya sido debido a las limitaciones de tiempo impuestas por los ejecutivos de Hollywood. Recordemos que es la primera película que Park Chan-wook rueda en Estados Unidos, por lo que el ritmo de rodaje es distinto. Quizás es un factor a considerar y que puede haberle pasado factura.

A su favor, “Stoker” cuenta con una espléndida banda sonora de Clint Mansell (“Réquiem por un sueño“, 2000), en la que también hay espacio para introducir temas como “Duet” de Philip Glass, siendo a su vez el momento en el que escuchamos la melodía, una de las mejores escenas del film.

Aparte de contar con una gran interpretación de Matthew Goode, el film desprende una gran potencia visual, que pese a que al fin y al cabo no pasa de ahí, no hay que menospreciar el trabajo de fotografía.

Así pues, nos encontramos con que “Stoker” es una cinta con un gran envoltorio, el cual una vez lo quitas, observas tras el camuflaje que su trama es demasiado simplona, siendo quizás sus pretensiones engañosas.