Guillaume Canet, director y protagonista del film, consigue dar vida al célebre cómic de nuevo. El reparto encabezado por él mismo (Astérix) y Gilles Lellouche (Obélix) cuenta también con otros rostros conocidos como el futbolista Zlatan Ibrahimovic.

En esta entrega, Astérix y Obélix nos transportan al reino medio en otra de sus grandes hazañas, con la ayuda de un narrador, que nos guía durante la película como si de un cuento se tratase. Igual que en anteriores andaduras, volvemos a presenciar guerras, peleas y cómo los personajes utilizan la fuerza para superar los diferentes obstáculos que se encuentran durante su viaje. A su vez, cuentan con la ayuda de la famosa pócima mágica para solucionar los problemas y salir victoriosos de ellos.

El film, como otras producciones de la saga, tiene toques de humor, aventuras y guerra. Astérix y Obélix se enamoran, se enfadan, se divierten y nos hacen pasar un rato entretenido llevándonos por todos los lugares por los que pasan en su viaje hacia China. Asimismo, los nombres de los personajes siguen siendo ingeniosos y originales, ya que guardan relación con alguna de sus características físicas o de su profesión.

La propuesta hace guiños a la actualidad incluyendo elementos como un móvil a modo de paloma mensajera o la modernización de sus carretas como si fueran coches. Por otro lado, a lo largo de la trama están presentes canciones conocidas y algunas escenas guardan relación con la publicidad o marcas que los mayores podrán reconocer fácilmente.

Además, presenta valores positivos como la amistad, el compañerismo, el trabajo en equipo, la ayuda a los demás, la valentía y la lealtad. También aborda temáticas actuales como la atención a la diversidad y el papel de la mujer en la sociedad.

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