El debut de Alberto Evangelio es un film que mezcla géneros y cuenta con recursos limitados, pero tiene personalidad y podría llamar la atención de cierto público.

La cámara sigue los pasos de Marga, una chica que busca aislarse de sus problemas en la antigua casa de sus padres, donde ocurrió un trágico suceso que marcó su infancia. La fotografía y el sonido están muy cuidados y logran crear esa atmósfera paranormal que se inicia cuando la protagonista empieza a comunicarse con un ente de otra dimensión.

Sin embargo, hay ciertos elementos que pueden desilusionar a la audiencia. Por un lado, la película no acaba de decantarse ni por la fantasía ni por el drama familiar, por lo que no contentará al que busque esas categorías. Y por otro, el guion es un tanto retorcido y está salpicado de giros confusos que restan importancia a la sensación de terror que se había conseguido generar.

De todas maneras, la propuesta cuenta con ingredientes interesantes: una puesta en escena trabajada y una trama que –aunque por momentos es inverosímil y enmarañada– engancha gracias a la dosificación de información. Si bien no es una ópera prima espléndida, Visitante puede ser un primer paso sólido para la carrera de Alberto Evangelio en el largometraje.

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