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Voto de Revista Contraste:
7
Fantástico. Musical. Romance. Aventuras Aladdin (Mena Massoud) es un adorable pero desafortunado ladronzuelo enamorado de la hija del Sultán, la princesa Jasmine (Naomi Scott). Para intentar conquistarla, acepta el desafío de Jafar (Marwan Kenzari), que consiste en entrar a una cueva en mitad del desierto para dar con una lámpara mágica que le concederá todos sus deseos. Allí es donde Aladdín conocerá al Genio (Will Smith), dando inicio a una aventura como nunca antes había imaginado. (FILMAFFINITY) [+]
24 de mayo de 2019
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
El antiguo cuento Aladino y la lámpara maravillosa ha dado lugar a varias adaptaciones. En 1992 Disney cambió ligeramente el argumento y lo transformó en una mágica animación. Ahora, tras 27 años, apuesta de nuevo por el público infantil, familiar y nostálgico para contar la misma historia con figuras de carne y hueso.

Alan Menken, premiado compositor por la música de tantas películas de Disney y de la Aladino animada, compone también la de esta y añade una nueva canción, novedad argumental y elemento de marketing para esta nueva entrega. El tema musical Speechless visualiza el nuevo recorrido de Jasmine, que da más peso al personaje. Aparte de actualizarlo y encajar en lo políticamente correcto, tampoco es tan llamativo el cambio como están vendiendo (por algo el film se llama Aladdin).

Es una trama perfecta para el público infantil. Para el adulto es un reto a su nostalgia y a la distancia inevitable que hay entre el recuerdo y la nueva adaptación. Falta algo de aquella magia oscura y de misterio y de aquel malévolo Jafar (al nuevo, no te lo crees), mientras sobran diálogos explicativos que los niños tampoco necesitan, así como alguna que otra licencia.

El genio que encarnó Robin Williams en la versión original inglesa es poco igualable. Sin embargo, Will Smith borda el papel con su propia personalidad: hip hop y mucha comedia. Solo lo estropean un poco, o complacen al susodicho, estirando demasiado su rol. Aladdin (Mena Massoud –quien busque un Michael Jackson para el biopic, este puede ser el actor–) y Jasmine (Naomi Scott) son un cast perfecto para humanizar a estos protagonistas.
El sello de Guy Ritchie (curiosa elección) es ligeramente reconocible desde las primeras escenas, pero poco más. Demuestra su profesionalidad y logra un colorido espectáculo de números musicales en gigantes sets y unos efectos especiales que básicamente… son la película.

Se constata que el poder visual de la animación –y de la memoria– no se puede reproducir tan fácilmente.

www.contraste.info
Revista Contraste
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