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Voto de Revista Contraste:
3
Thriller. Acción. Comedia Un conductor de quitanieves lleva una vida tranquila hasta que la muerte repentina de su hijo hace que se vea envuelto en una guerra entre narcotraficantes, armado solo con maquinaria pesada y la suerte del principiante. Remake de la película noruega "Uno tras otro". (FILMAFFINITY)
20 de mayo de 2019
25 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por alguna de esas jugadas que tiene la vida, el trabajo interpretativo de Liam Neeson va a quedar ligado para siempre, haga lo que haga (o haya hecho lo que haya hecho) a la palabra “venganza”. Da igual que el título original no sea ese (sino “búsqueda/caza/persecución”) o que el personaje de Neeson tenga bastante poco que ver con el Bryan Mills que en 2008 destapó la furia paterna: si aparece el actor y hay disparos, público y distribuidora sueñan con un producto tan solvente como el de Pierre Morel. Sin embargo, al menos esta vez, el producto no resulta convincente.

En Venganza bajo cero, Hans Petter Moland, su director, hace un remake del largometraje Uno tras otro que él mismo dirigió en 2014. Desconozco esta primera versión, aunque la fama de Moland le precede (para bien) por su trabajo en la saga del Departamento Q.

En esta ocasión, no obstante, el resultado es, como poco, desconcertante. El film no encuentra su lugar, ni su tono ni su género. La historia de persecución y venganza funciona como un reloj, pausado y desesperante. Para evitar el hastío se rellenan los vacíos de contenido con una avalancha de humor negro que ni hace gracia ni acelera el ritmo. Esta parsimonia deja demasiado tiempo para pensar en la propia trama y es inevitable preguntarse por las motivaciones del protagonista, de la mujer del protagonista, de los participantes multirraciales o de cualquiera que se pasea por la película como si no tuviesen nada mejor que hacer.

Es significativo que el personaje que a priori se presenta como más estereotipado, el jefe de los malos interpretado por Tom Bateman, acaba resultando el más original, por ser el único al que el guion se ha tomado la molestia de perfilar con algún detalle.

Quien se conforme con esto, con ver a un impávido Liam Neeson o con disfrutar de unos espectaculares paisajes nevados salpicados de bromas violentas, puede encontrar algún aliciente en esta cuarta venganza del actor británico.

www.contraste.info
Revista Contraste
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