Se podría catalogar Viaje al paraíso como la típica comedia romántica estadounidense; esa que hemos visto mil veces y, aun así, siempre hay algún momento para volver a verla. Y, en efecto, la película sigue una estructura conocida, es predecible en todo momento, ingenua y empalagosa.

Lo curioso es que no importa ninguno de sus defectos. Sí, carece de sorpresas, de gancho y de una historia interesante. Pero no pretende engañar a nadie. Desde el inicio sabemos que es un film para ese público veterano que solo quiere disfrutar de la química entre George Clooney y Julia Roberts.

Por eso, todo aquel que vaya al cine quedará satisfecho. La pareja Clooney-Roberts –a partir de un inicio rápido y lleno de humor– derrocha carisma, el metraje está lleno de imágenes paradisíacas y la trama pasa en un suspiro. No es una obra maestra, ni siquiera un largometraje memorable, pero el dúo protagonista suple todas las carencias. Y ante estos dos artistas que con solo sonreír ya tienen al espectador a sus pies, ¿qué más queremos?

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