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Voto de Revista Contraste:
6
Thriller. Intriga. Terror Cuando Lola pierde los bebés que estaba esperando, también pierde su fe en Dios. Con la esperanza de recuperarla, acude junto a su marido Adolfo a un convento de monjas donde conocen a Tin y Tina, dos angelicales hermanos de siete años por los que Lola se siente extrañamente atraída. Aunque Adolfo no siente lo mismo, deciden adoptarlos. Con el paso del tiempo Lola empieza a caer en una espiral de sospecha y obsesión con los niños y sus macabros juegos religiosos.  [+]
31 de marzo de 2023
16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rubin Stein ha convertido su predecesor y popular cortometraje en blanco y negro, que dirigió en 2013, en un largometraje a color con un famoso elenco. Si algo tiene Tin y Tina es que la combinación de niños, religión y maldad funciona. Despierta un deseo irresistible de descubrir hasta dónde pueden llegar las ingenuas perversiones de los mellizos.

Milena Smit repite con otro papel de madre, después de Madres paralelas, aunque esta vez en un género totalmente distinto. Su manera tan delicada de hablar y gesticular es a veces hipnotizante y otras irritante. De todas maneras, logra transmitir el calvario en el que vive.

Por otro lado, Jaime Lorente está correcto. Tiene ese carácter de padre y marido ausente y frívolo común de la época, pero sin lucirse. Y la vestimenta de los niños recuerda demasiado a la de El pueblo de los malditos. Aun así, plasman eficazmente su enfermiza relación con la religión a través de un sorprendente e inocente humor negro.

Una de las virtudes más destacadas es la estética ochentera que ofrece la cinta, con una gran alusión a los programas de televisión de la época. Además, la puesta en escena, en ocasiones un tanto fantasiosa, recuerda al estilo de Guillermo del Toro. También se exponen temas como el machismo de la sociedad, en la que las mujeres se tenían que responsabilizar de todo aquello relacionado con el hogar y la familia sin posibilidad de alzar la voz.

Pese a esta aportación cultural, sigue recordando a otras producciones con tramas muy similares, como La huérfana. Sin embargo, Tin y Tina, alcanza esa esencia de cine de culto de terror, ya que el horror se transmite mediante la sutileza de los personajes y la sencillez de sus escenas y no por el convencionalismo sonoro de los productos comerciales.

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