Reuniendo a los mejores detectives del mundo para investigar un crimen, que aún no ha sucedido, y con un millón de dólares de premio. Así se nos presenta una de esas películas, que una vez vista, te sigues acordando de ella durante mucho tiempo.

Con un humor simpático, alegre, con unas situaciones de lo más surrealistas, y unos personajes parodiados, la cocinera sordo-muda, o el mayordomo ciego, hacen las delicias del espectador durante la hora y media que dura el largometraje, que por cierto se hace muy, pero que muy corto.

Poco más que añadir, salvo que es muy recomendable, para levantar la moral, o simplemente para pasar un rato muy corto riéndose.