En la conservadora ciudad de Baltimore, tres compañeras de trabajo pasan el tiempo desvariando en torno de sus problemas afectivos: dos de ellas siempre programan citas con el posible hombre de sus sueños, el que nunca resiste más allá de un primer encuentro. Se apoyan en los llamados telefónicos y las citas por Internet. La tercera -que es la única casada y parece tener todo bajo control- siempre es testigo de los devenires de sus amigas, hasta que le toca en carne propia enfrentar la infidelidad de su marido.
El sector masculino por su parte, se agrupa en torno de Alex (Justin Long), el típico galán que se las sabe todas y “cubre” a su amigo Conor (Kevin Connolly) del asedio de Gigi. A su vez Conor (que escapa de Gigi) está enamorado de Anna (la sensual Scarlett Johansson), quien a su vez sólo lo quiere como amigo, pero se enamora sin querer de Ben, un hombre casado Bradley Cooper).
También está otra pareja que lleva siete años de convivencia sin papeles. Mientras que él (Ben Affleck) quiere perpetuar el noviazgo eterno, ella (Aniston) quiere casamiento con fiesta incluida.
El punto de partida del guión fue un popular best seller de autoayuda sobre citas, de los escritores de “Sex and the City”, Greg Behrendt y Liz Tuccillo. En realidad, un episodio de la mencionada serie televisiva fue el que disparó el best seller y de allí esta película, que tiene varias historias entrelazadas sobre el comportamiento humano en los temas amorosos.
El espectador puede sentirse momentáneamente identificado con los nueve protagonistas de esta película, con las cinco mujeres o los cuatro hombres por igual, ya que encarnan todos los errores básicos que puede cometer un ser humano cuando intenta conocer a alguien y enamorarse.
El personaje de Gigi, tan linda como tonta, interpretado por la no tan conocida Ginnifer Goodwin es uno de los mejores para el clima de comedia, mientras que otros personajes femeninos de mucho más renombre como particularmente Drew Barrymore aparecen muy desdibujados.
Los conflictos atraviesan a las parejas con resultados diferentes: están los que se encuentran y los que se desencuentran, sin fórmulas estables.
La adaptación al cine del libro dramatiza su contenido con viñetas cómicas interpretadas por un reparto que realmente es demasiado bueno para esta comedia liviana. Siempre asistimos al muestreo de las diferentes situaciones amorosas en las que cualquiera puede verse involucrado. Aunque mucho de lo que se plantea es realmente psicología de teleteatro, puede ser refractaria para algunos pero sumamente reveladora para otros. Aunque de forma desordenada, la película dispara muchas situaciones reconocibles de la vida en pareja.
A pesar de ciertos momentos cómicos y reconocidos actores, la comedia no logra salir de la mediocridad de los temas cliché y tiene el problema de extenderse demasiado en su duración.