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Fantástico. Acción
Eric Draven y Shelly Webster están a punto de casarse, pero la noche antes del enlace son asesinados brutalmente. Un año después, el alma de Eric vuelve a la Tierra en forma de cuervo para vengarse. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, lo primero decir que se hace realmente cansino leer el total de críticas aquí publicadas sobre esta película por lo repetitivo que resulta encontrar en TODAS ellas la misma descripción de los detalles escabrosos y fetichistas que gravitan en torno al film, empleando las mismas palabras al más puro estilo 'copy-paste' de Wikipedia, cuando esta página ya existe para los interesados en profundizar en el tema (y otras muchas en las que pueden encontrar la misma información y demás divagaciones conspiranoicas al respecto). Digo yo que alguien se habrá molestado en leer alguna otra crítica antes de publicar la suya, aunque luego haya considerado de todas formas que va a aportar mucho diciendo lo mismo o que un comentario sobre esta película no puede desvincularse del relato de esos hechos/no está completo sin ellos, aunque sean por todos de sobra conocidos y se hayan mencionado hasta la extenuación anteriormente.
Otra cosa de la que se abusa mucho es del término 'gótico', que en principio no es que sobre o chirríe a la hora de describir la cinta...Aquí la cuestión es la eterna maldición de 'lo oscuro'. Y es que aunque suene redundante, lo oscuro se oscurece más desde 'fuera'; desde donde queda relegado, arrinconado, circunscrito a un mundo 'sui generis' que se resiste a ser asimilado por la vertiente general de una disciplina artística cualquiera. Dicho de otra manera: se habla de una película de culto PARA GÓTICOS, de un referente cinematográfico PARA GÓTICOS, y no de un referente CINEMATOGRÁFICO en términos más amplios (que es lo que es, le pese a quien le pese). No encuentro que esto ocurra con películas que engloban otras temáticas o estéticas que son también particulares de una corriente cultural específica...Por ejemplo, no se habla de 'Miedo y Asco en Las Vegas' o 'El Gran Lebowski' como 'películas de referencia para hippies', sino que se apela a su calidad como productos cinematográficos aptos para el disfrute de cualquier amante del 'séptimo arte' que se precie. Vamos, que en esos casos la temática no subsume la obra acotándola a un marco concreto que vendría a definir a su público como inherente a la misma, como un nicho. Esto no es algo que se limite al mundo del cine, también sucede con la música y cualquier otra expresión artística: se habla de Bauhaus como un buen grupo gótico, y no como un buen grupo DE MÚSICA, mientras que las glorias de los Beatles se pueden cantar como si éstos hubieran surgido de forma independiente a cualquier corriente cultural que les fuera propia, porque su estilo no se ha adueñado de ellos reduciéndolos a un mero producto del mismo como sucede con todo lo que se agrupa bajo la rúbrica gótica (O porque la 'cultura' entendida más ampliamente se ha adueñado de ellos en última instancia. Parece ser que nuestra sociedad tiene mucha más facilidad para apropiarse de las lógicas de la llamada 'contracultura' que de la cultura gótica...Aunque también hay mucho de gótico en ella, pero mucho más velado, y precisamente por eso puede que se haga más indeseable y marginal su explicitud; pero bueno, eso entrañaría un debate de calado más filosófico que no viene a cuento volcar aquí).
Y entrando ya en materia del film que nos ocupa, decir que su mayor baza con diferencia, lo más cautivador, es la creación de una atmósfera PROPIA. Esto puede parecer simple, pero muy pocas películas lo consiguen realmente (tampoco digo que todas lo pretendan o requieran)...Ni siquiera los mayores peliculones intachables de la historia cuentan necesariamente con esta característica entre sus proezas (cintas como 'Uno de los nuestros', un ejemplo de buen hacer cinematográfico de la mano del gran maestro Scorsese, nos trae una atmósfera que encuentra su equivalente temperamental en varios otros productos del mismo género). Me he dado cuenta de que las pelis que más requemadas tengo y a las que más vuelvo a lo largo de los años tienen este rasgo en común, que puedo resumir algo aparatosamente como la cristalización de un espacio-tiempo imaginarios condensando un carisma que conspira para fraguar un UNIVERSO estético PROPIO, irreductible a e inintercambiable por cualquier otro. A este propósito ayuda su fotografía, de una plasticidad cerosa que se extiende a lo largo y ancho del metraje como una vela negra derritiéndose y una sucesión de escenarios en que no tiene cabida la luz del sol, otorgándole una coherencia estética que contribuye a crear la densidad atmosférica que la eleva a fantasía onírica (la peli cuenta con el tono psicotrópico suficiente como para sumirte en su ambiente como en un trance y dejarse disfrutar a nivel meramente visual), recreando su particular mitología. Y, por qué no decirlo, lo cutre y casposo (que lo tiene) le sienta muy bien.
Aunque algunas personas hablen del casposismo que desprenden ciertos elementos como un 'handicap', para mí resulta un factor idóneo al servicio de la plasmación de la decadencia de los bajos fondos que pretende transmitir la película y actúa a su favor. Ese casposismo a su vez se combina muy bien con la sordidez cerda de ciertas escenas (véase la morfina chorreando por el brazo de la madre de Sarah en un baño mugriento o lo desangelado de la relación que mantenía ésta con su hija, a la que le bastan dos escenas para quedar completamente manifiesta en toda su profunda frialdad), su crudeza e impudicia que, aunque algo edulcoradas, aportan frescura.
También se ha hablado de la simplicidad de los villanos, que a mi gusto no es tal, sino que conforman una pandilla carismática de descerebrados (si son planos lo son en el mismo sentido en que lo es un alto porcentaje de la gente de la que te puedes rodear en tu día a día, y cuando lo que quieres hacer es perfilar a una panda de idiotas no tienes por qué dotarlos de caracteres multi-facetados hiper-matizados con gran profundidad psicológica, porque en el film no tienen mayor trascendencia que la de simples objetos a aniquilar).
Sigo en Zona (no muy)spoiler:
Otra cosa de la que se abusa mucho es del término 'gótico', que en principio no es que sobre o chirríe a la hora de describir la cinta...Aquí la cuestión es la eterna maldición de 'lo oscuro'. Y es que aunque suene redundante, lo oscuro se oscurece más desde 'fuera'; desde donde queda relegado, arrinconado, circunscrito a un mundo 'sui generis' que se resiste a ser asimilado por la vertiente general de una disciplina artística cualquiera. Dicho de otra manera: se habla de una película de culto PARA GÓTICOS, de un referente cinematográfico PARA GÓTICOS, y no de un referente CINEMATOGRÁFICO en términos más amplios (que es lo que es, le pese a quien le pese). No encuentro que esto ocurra con películas que engloban otras temáticas o estéticas que son también particulares de una corriente cultural específica...Por ejemplo, no se habla de 'Miedo y Asco en Las Vegas' o 'El Gran Lebowski' como 'películas de referencia para hippies', sino que se apela a su calidad como productos cinematográficos aptos para el disfrute de cualquier amante del 'séptimo arte' que se precie. Vamos, que en esos casos la temática no subsume la obra acotándola a un marco concreto que vendría a definir a su público como inherente a la misma, como un nicho. Esto no es algo que se limite al mundo del cine, también sucede con la música y cualquier otra expresión artística: se habla de Bauhaus como un buen grupo gótico, y no como un buen grupo DE MÚSICA, mientras que las glorias de los Beatles se pueden cantar como si éstos hubieran surgido de forma independiente a cualquier corriente cultural que les fuera propia, porque su estilo no se ha adueñado de ellos reduciéndolos a un mero producto del mismo como sucede con todo lo que se agrupa bajo la rúbrica gótica (O porque la 'cultura' entendida más ampliamente se ha adueñado de ellos en última instancia. Parece ser que nuestra sociedad tiene mucha más facilidad para apropiarse de las lógicas de la llamada 'contracultura' que de la cultura gótica...Aunque también hay mucho de gótico en ella, pero mucho más velado, y precisamente por eso puede que se haga más indeseable y marginal su explicitud; pero bueno, eso entrañaría un debate de calado más filosófico que no viene a cuento volcar aquí).
Y entrando ya en materia del film que nos ocupa, decir que su mayor baza con diferencia, lo más cautivador, es la creación de una atmósfera PROPIA. Esto puede parecer simple, pero muy pocas películas lo consiguen realmente (tampoco digo que todas lo pretendan o requieran)...Ni siquiera los mayores peliculones intachables de la historia cuentan necesariamente con esta característica entre sus proezas (cintas como 'Uno de los nuestros', un ejemplo de buen hacer cinematográfico de la mano del gran maestro Scorsese, nos trae una atmósfera que encuentra su equivalente temperamental en varios otros productos del mismo género). Me he dado cuenta de que las pelis que más requemadas tengo y a las que más vuelvo a lo largo de los años tienen este rasgo en común, que puedo resumir algo aparatosamente como la cristalización de un espacio-tiempo imaginarios condensando un carisma que conspira para fraguar un UNIVERSO estético PROPIO, irreductible a e inintercambiable por cualquier otro. A este propósito ayuda su fotografía, de una plasticidad cerosa que se extiende a lo largo y ancho del metraje como una vela negra derritiéndose y una sucesión de escenarios en que no tiene cabida la luz del sol, otorgándole una coherencia estética que contribuye a crear la densidad atmosférica que la eleva a fantasía onírica (la peli cuenta con el tono psicotrópico suficiente como para sumirte en su ambiente como en un trance y dejarse disfrutar a nivel meramente visual), recreando su particular mitología. Y, por qué no decirlo, lo cutre y casposo (que lo tiene) le sienta muy bien.
Aunque algunas personas hablen del casposismo que desprenden ciertos elementos como un 'handicap', para mí resulta un factor idóneo al servicio de la plasmación de la decadencia de los bajos fondos que pretende transmitir la película y actúa a su favor. Ese casposismo a su vez se combina muy bien con la sordidez cerda de ciertas escenas (véase la morfina chorreando por el brazo de la madre de Sarah en un baño mugriento o lo desangelado de la relación que mantenía ésta con su hija, a la que le bastan dos escenas para quedar completamente manifiesta en toda su profunda frialdad), su crudeza e impudicia que, aunque algo edulcoradas, aportan frescura.
También se ha hablado de la simplicidad de los villanos, que a mi gusto no es tal, sino que conforman una pandilla carismática de descerebrados (si son planos lo son en el mismo sentido en que lo es un alto porcentaje de la gente de la que te puedes rodear en tu día a día, y cuando lo que quieres hacer es perfilar a una panda de idiotas no tienes por qué dotarlos de caracteres multi-facetados hiper-matizados con gran profundidad psicológica, porque en el film no tienen mayor trascendencia que la de simples objetos a aniquilar).
Sigo en Zona (no muy)spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Algo que me hace mucha gracia de la gente que suele quejarse de la falta de profundidad de ciertos personajes es que luego les pones una peli como 'Stalker' y salen corriendo, o en seguida echan mano de improperios 'anti-gafapastiles'. Lo mismo con la 'simplicidad' de la trama [tan simple como la de cualquier otro peliculón como 'Kill Bill' y la mayoría de westerns crepusculares, que tienen mucho más que ofrecer cinematofráficamente hablando que giros imposibles de guión y capas y subcapas de lecturas y significados (que a este respecto muchas veces sólo es cuestión de rascar un poco la superficie, no queriendo yo insinuar con esto que todo intento por parte de la crítica pagada y ciertos pretenciosos de turno por ensalzar una película a todas luces vacua se deba a que realmente haya algo sustancial en ésta; porque sí, tampoco que una peli sea lenta y con largos silencios la hace buena, a veces simplemente se trata de una cinta pretenciosa con ínfulas de obra maestra sin más)] y lo pueril de su propuesta, pero luego te sales un poco de la clásica estructura de 'introducción-nudo-desenlace', dejas un final abierto y complejizas la trama y ya están alertando al psiquiátrico de una posible fuga o ametrallando con todos sus prejuicios anti-drogas ('¿Qué se ha fumao esta gente?', 'La peña se droga mucho', 'El Lynch ese no se entiende ni él') haciendo alarde de una ignorancia que, como toda buena ignorancia, les es completamente ajena.
Esta peli por su parte cuenta con todos los elementos para hacerse realmente disfrutable sin más pretensiones: diálogos escasos pero cojonudos y contundentes que dejan un puñado de frases míticas para el recuerdo, violencia bien dosificada (aunque igual peque un poco de esconder el impacto) y una banda sonora ya de sobra alabada cuya virtud principal no es contar con un temazo detrás de otro sino la buena utilización de los mismos a lo largo del film apoyando las imágenes (que en eso consiste una buena BSO, no en meter temas clásicos con calzador acompañando cualquier escena a la que ni le aportan ni le quitan nada, como hacen muchos).
Hace poco la revisioné después de un tiempo y la verdad es que la actuación de Brandon Lee no me pareció tan fluida y magnífica como indican algunos, sino más bien histriónica por momentos (véase lo mal que se muere cuando por fin puede hacerlo o las caras de melancolía autocomplaciente que pone en casa del policía), los 'flashbacks' me resultaron repetitivos y edulcorantes y escenas con moralina como aquella en la propia casa del poli en que le quita a éste el cigarro de la boca y le dice: 'No fumes esto...te matará', me chirriaron un poco cuando nunca antes lo habían hecho (quizá la próxima vez no lo hagan, quién sabe, o lo hagan más o lo hagan otras o lo hagan más y otras). Y es que a veces es mejor que los clásicos duerman el sueño de los justos, pero yo no puedo evitar retornar a este de vez en cuando...
Admito que me cuesta ser objetiva con esta película porque fue mi iniciación en el cine en general (lo que a su vez demuestra que no es un ejercicio solipsista gótico que no entronca con las dinámicas del celuloide en sentido más amplio, sino un compendio de sus ingredientes más adictivos que muy bien pueden abrir boca para la degustación de más cine). En fin, una película genuina y para mí casi perfecta, sí, que pese a sus detractores rezuma encanto por los cuatro costados.
P.D: A los que hablan de la 'estupidez' o sinsentido de que se trate de un cuervo, etc. decirles que en la mitología irlandesa (y en otras tradiciones también), cultura origen del apellido O'Barr (apellido del autor del cómic en que se basa esta peli), el cuervo es el psicopompo (entidad o criatura que funciona como vínculo-vehículo entre el mundo de los vivos y el de los muertos; con un ala en cada uno de ellos, por así decirlo) por excelencia. Para más información investiguen al respecto.
Esta peli por su parte cuenta con todos los elementos para hacerse realmente disfrutable sin más pretensiones: diálogos escasos pero cojonudos y contundentes que dejan un puñado de frases míticas para el recuerdo, violencia bien dosificada (aunque igual peque un poco de esconder el impacto) y una banda sonora ya de sobra alabada cuya virtud principal no es contar con un temazo detrás de otro sino la buena utilización de los mismos a lo largo del film apoyando las imágenes (que en eso consiste una buena BSO, no en meter temas clásicos con calzador acompañando cualquier escena a la que ni le aportan ni le quitan nada, como hacen muchos).
Hace poco la revisioné después de un tiempo y la verdad es que la actuación de Brandon Lee no me pareció tan fluida y magnífica como indican algunos, sino más bien histriónica por momentos (véase lo mal que se muere cuando por fin puede hacerlo o las caras de melancolía autocomplaciente que pone en casa del policía), los 'flashbacks' me resultaron repetitivos y edulcorantes y escenas con moralina como aquella en la propia casa del poli en que le quita a éste el cigarro de la boca y le dice: 'No fumes esto...te matará', me chirriaron un poco cuando nunca antes lo habían hecho (quizá la próxima vez no lo hagan, quién sabe, o lo hagan más o lo hagan otras o lo hagan más y otras). Y es que a veces es mejor que los clásicos duerman el sueño de los justos, pero yo no puedo evitar retornar a este de vez en cuando...
Admito que me cuesta ser objetiva con esta película porque fue mi iniciación en el cine en general (lo que a su vez demuestra que no es un ejercicio solipsista gótico que no entronca con las dinámicas del celuloide en sentido más amplio, sino un compendio de sus ingredientes más adictivos que muy bien pueden abrir boca para la degustación de más cine). En fin, una película genuina y para mí casi perfecta, sí, que pese a sus detractores rezuma encanto por los cuatro costados.
P.D: A los que hablan de la 'estupidez' o sinsentido de que se trate de un cuervo, etc. decirles que en la mitología irlandesa (y en otras tradiciones también), cultura origen del apellido O'Barr (apellido del autor del cómic en que se basa esta peli), el cuervo es el psicopompo (entidad o criatura que funciona como vínculo-vehículo entre el mundo de los vivos y el de los muertos; con un ala en cada uno de ellos, por así decirlo) por excelencia. Para más información investiguen al respecto.