Haz click aquí para copiar la URL
San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
8
Comedia. Romance En la Francia de los años 20, durante la época dorada del jazz, un mago inglés (Colin Firth) está decidido a desenmascarar a una falsa médium (Emma Stone). Esto desencadenará una serie de hechos mágicos que sacudirán la vida de ambos.
4 de diciembre de 2014
34 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filme con la impronta genuina de Woody Allen, hombre declaradamente escéptico que siempre se ha tomado con humor crítico todo tipo de movimiento religioso o espiritualista, incluido uno que se puso de moda en EE.UU. y Europa a mediados del siglo XIX: el espiritismo.

Allen realiza con este filme, que yo no lo considero menor sino notable, una obra marcadamente anti pseudociencias o anti productos religo-espirituales, como el espiritismo, cuyos seguidores suelen tener en su mayoría mentes bastante crédulas o excesivamente confiadas y simplonamente acríticas.

Así pues estamos ante una humorística película de cuño y cuñas «made in Woody Allen», donde a todas luces deja claro el hastío que le producen la gente crédula o incapaz de hacer uso de la humana característica por excelencia: el escrutinio racional.

Y es que continuamente en la historia suele ser así, son muchísimos más, legiones, los que se creen las cosas por la simple visión o apariencia, sin indagarlas, sin escudriñar qué hay detrás de ellas ni cotejar que por cada crédulo o ingenuo suele haber dos timadores o estafadores, que por cada persona que habla la verdad suele haber millones que dicen mentiras. En este sentido, conocido es el llamado «efecto Jeane Dixon» (en referencia a una médium así llamada famosa por sus supuestos poderes psíquicos), efecto según el cual las predicciones fallidas de todo ese tipo de médiums, adivinadores, espiritistas, etc., son mucho más numerosas que sus aciertos; sin embargo, cosa sorprendente, los crédulos solo se quedan con los escasos aciertos, si es que los hay, y olvidan la abundancia de desaciertos o "cagadas" de tales psíquicos.

De ahí, este diálogo tan sobresaliente y crítico de la película, donde Allen sitúa hablando a dos profesionales de la magia y uno le comenta al otro que ha visto y estudiado a una médium excepcional que cae en trances adivinando cosas imposible de saber por ella, lo cual le ha llevado al convencimiento de que puede ser una médium real y verdadera; a lo que el otro mago, escéptico contumaz donde los haya le replica: «¿No sabes que los científicos son los más fáciles de engañar? ¡No hay nada verdadero, Howard! ¡Es todo falso! Del espiritismo al Vaticano. No puedo creer que digas eso!»

Además, conviene que recordemos que grandes representantes de la mística, la espiritualidad y la religión a lo largo de la historia, son quienes precisamente nos han señalado de manera diáfana, entre ellos santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, que los fenómenos explícitamente espirituales, tipo trances, visiones, predicciones, adivinaciones, comunicados con y desde el Más Allá, etc., no son pruebas de autenticidad del hecho espiritual ni de la experiencia religiosa, sino más bien la corrección de la existencia.

Y entre los espíritas también la célebre Amalia Domingo Soler lo puso de manifiesto con rotundidad: «Nos duele decir que de cien centros espíritas deberían suprimir noventa y nueve, pues más vale un espírita que un millón de espiriteros.»

En definitiva, Woody Allen, vuelve a indicarnos con su filmografía que en este mundo es mucho más difícil no engañar a la gente que engañarla; es más incluso, engañar a la gente suele ser tan fácil y corriente como el parpadear.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow