"En lo profundo del bosque" y "Alta tensión" inauguraron la nueva ola de terror francés que duró casi una década, y aún ruedan alguna que otra perla aunque casi a cuentagotas ("Aux yeux des vivants", "Alleluia", los delirios de Marina De Van). Pero huelga decir que su mejor momento pasó. Con todo, algunas de estas películas quedaron en la retina del espectador. No es el caso de este batiburrillo de ideas mal enlazadas, intento de parábola social, quiere abarcar demasiado: desde una leve lectura sociopolítica (la rebelión de los protagonistas ante la amenaza de un gobierno ultraderechista) hasta el survival más salvaje (en una mezcla entre el torture porn de "Hostel" y las constantes de "La matanza de Texas"). Encima está rodada de manera brusca y confusa, como si fuera un cargante videoclip. Lo que queda, el esforzado trabajo de la actriz protagonista y alguna escena políticamente incorrecta. Otro apunte, emula la escena de la cena de "La matanza de Texas" provocando sonrojo en el intento. Fritanga.