When Marnie Was There!

Una vez más (y al parecer última, por ahora) el Studio Ghibli nos deleita con otra de sus maravillas, transmitiéndonos con gran delicadeza una bonita historia.
Cuenta la vida de Anna, una niña que no tiene amigos y no se siente bien consigo misma, y como en otras tantas de sus películas, el Studio nos lleva a sueños increibles e historias inesperadas, llenas de lazos de amistad, amor, comprensión y perdón.
Visualmente es preciosa. Con la sutil fluidez de sus personajes, te sumergue en un mundo lleno de luz y color con exquisitos detalles, aguas cristalinas, noches iluminadas por las estrellas y brillos sobre los verdes prados. Todo ello acompañado de una majestuosa banda sonora, cerrada con un broche de oro que, a lo que a mi respecta, se podría considerar uno de las mejores que he visto en mucho mucho tiempo, que abriéndose terreno durante sus últimos minutos, va cogiendo fuerza con cada instrumento que toca y cuando menos te lo esperas te acelera el corazón al escuchar esa singular voz. Simplemente perfecto.
Y si alguien me vuelve a decir lo de "Si es de dibujos, eso es para niños", muy bien, una niña seguiré siendo pues.