Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de rober:
8
Western. Drama A Wyatt Earp (Henry Fonda), antiguo sheriff de Dodge City, le ofrecen el puesto de comisario de la ciudad de Tombstone, pero lo rechaza porque le interesa más el negocio ganadero al que se dedica con sus hermanos. Sin embargo, cuando uno de ellos muere asesinado, acepta el puesto vacante y nombra ayudantes a sus hermanos. Contará también con la amistad y la colaboración de un jugador y pistolero llamado Doc Holliday (Victor Mature). (FILMAFFINITY)  [+]
12 de febrero de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para muchos, ésta es la mejor versión cinematográfica de la leyenda de OK Corral. Sencillamente, es una película del Oeste de John Ford, con todos los elementos marca de la casa, y con el director irlandés y sus colaboradores en perfecto estado de forma. Como en sus grandes obras, lo más difícil aquí parece fácil. “My Darling Clementine” ha resistido muy bien el paso del tiempo porque es divertida y emotiva, sin que parezca complicada. Y ése es el sello de identidad de Ford. Wyatt Earp balanceándose en su mecedora, desde el porche del hotel del pueblo, disimulando la tensión latente de un enfrentamiento inevitable, constituye una de las imágenes más rotundas del género, hasta el punto de que después la hemos visto repetida hasta la saciedad. Henry Fonda está pletórico con su interpretación contenida de ganadero metido a sheriff para pasar facturas y hacer justicia y venganza. La fotografía en blanco y negro, con paisajes siempre abiertos y desérticos, pero sin estridencias, es otra baza al servicio del conjunto. Y, cómo no, los encuadres en planos fijos, aparentemente fáciles, están sin embargo milimétricamente calculados y son una muestra más del respeto casi reverencial que el director siempre tuvo por la historia que estaba contando.

Pero, con todo, lo que marca la diferencia en esta película, y la pone por encima de otros westerns del director no tan logrados, es el guión. Además de la continua sucesión de frases brillantes, con las dosis adecuadas de humor irlandés (“- ¿Te has enamorado alguna vez?; – No, yo siempre he sido camarero”), la historia está contada de una manera sólida y creíble. Cada personaje encierra una subtrama que, convenientemente desarrollada, daría para toda una película. El espectador tiene la información justa para mantener la tensión en cada escena y, a la vez, desear saber más. Y ello nunca va en detrimento del dinamismo y agilidad en la narración. Todo está tan bien hecho que hasta la lírica de los textos de Shakespeare encajan, y hasta Victor Mature parece buen actor encarnando al alambicado cirujano-pistolero de Doc Holliday...
rober
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow