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España España · Barcelona
Voto de rober:
8
Thriller Madrid, agosto de 2007. Curro entra en prisión tras participar en el atraco a una joyería. Era el conductor, y el único detenido por el robo. Ocho años después sale de la cárcel con ganas de emprender una nueva vida junto a su novia Ana y su hijo, pero se encontrará con una situación inesperada y a un desconocido, José.
18 de septiembre de 2016
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muy meritoria opera prima. Más allá de la inacabable y siempre discutible lista de cineastas que pueden haber servido como referente al director (ejercicio que dice más de quien lo hace que otra cosa), lo importante es si "Tarde para la ira" consigue transmitir la tensión que pretende o no. Y, en mi caso, puedo asegurar que sí. La película navega entre el costumbrismo y el thriller, con un estilo y un lenguaje que al principio pueden despistar, pero con una evolución medida y coherente a lo largo del metraje. El film muestra una historia pegajosa que se nos va enganchando sin remedio a medida que pasan los minutos. Arévalo pasa de los mareantes planos-secuencia iniciales a los interminables cuadros en cámara fija con las que resuelve algunas escenas, y la elección nunca es casual. Destaco también la manera en la que el espectador va obteniendo información sobre la trama. Hay algunas trampas y licencias por parte del Arévalo-guionista, que nos lleva por ciertos caminos para despistarnos y poder sorprendernos después, pero en un juego que se vive con agrado, sin artificios. El ritmo y la potencia de cada escena hacen que la linealidad del relato y la pobreza de situaciones un tanto rocambolescas queden debidamente camufladas. Raúl Arévalo es un novato en la dirección, pero parece un experto tanto a la hora de apostar por lo que quiere contarnos, como para disimular sus debilidades y carencias.

El trabajo de los actores es otra de las bases de la película, especialmente el del siempre genial Antonio de la Torre. Sin apenas hacer muecas, y manteniendo siempre el mismo gesto hierático, consigue transmitirnos diferentes sensaciones a medida que avanza la trama. La consideración que el espectador tiene del protagonista va evolucionando a lo largo de la película, sin necesidad de que el actor mueva una sola ceja. Pero, sobre todo, me quedo con algunas escenas como la del sótano del gimnasio (desbordante Manolo Solo), o la comida en el patio de la casa del pueblo en fiestas. Arévalo consigue provocar un clima de tensión que se puede cortar en trocitos, con cuchillo y tenedor, y nos la hace tragar con cada frase de los personajes. En definitiva, "Tarde la para la ira" es un thriller sucio, que va empapando al espectador con su relato de crueldad y venganza, que sigue la línea de otras propuestas del mismo género que se están haciendo en el cine español actual, y que pone el listón muy alto para nuevos trabajos del director.
rober
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