No tenía ninguna idea preconcebida de esta película, y la verdad es que he gozado mucho. Quizá era porque no me lo esperaba, ni Mervyn LeRoy ni Paul Muni están entre mis referencias cinematográficas, aunque quizá a partir de ahora he de prestarles una mayor atención.

Buen cine del de siempre... Drama carcelario de primera, con un marcado tono de denuncia social. Paul Muni hace una gran interpretación y los secundarios no le van a la zaga. Realmente, después de ver esta película uno se da cuenta de que en cine carcelario se han hecho pocas cosas verdaderamente innovadoras desde entonces.

Sobre todo, destacaría el ritmo en que está contada toda la historia. Pocos directores y guionistas sabrían hacer esta película hoy en día empleando menos de dos horas y media de metraje. En "Soy un fugitivo" pasan muchas cosas, y ello a pesar de que la puesta en escena y la forma de rodar pueden ser contenidas en muchas ocasiones. Nunca hay sensación de apresuramiento. Cosas de los grandes maestros. Hay escenas de acción muy bien rodadas, pero además la película funciona muy bien como descripción de ambientes (y no sólo me refiero a la vida en la cárcel). Muchas escenas están rodadas en clave de documental, y a pesar de ello se introducen en la historia de una manera perfecta. Conflicto moral del protagonista, denuncia al régimen penitenciario... Y un gran final.

En fin, una muestra más de que ya en 1932 el cine estaba más que inventado. Una pequeña joya.