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España España · Barcelona
Voto de rober:
8
Drama Davis Mitchell (Jake Gyllenhaal) es un exitoso ejecutivo que sufre una grave desconexión emocional tras la repentina y trágica muerte de su mujer (Heather Lind) en un accidente de coche. Aunque su suegro (Chris Cooper) intenta por todos los medios que se recupere, continúa bloqueado y se dedica a desmontar compulsivamente toda clase de objetos. Gracias a la ayuda de Karen (Naomi Watts) y de su hijo, a los que acaba de conocer, Davis ... [+]
27 de agosto de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jean-Marc Vallée plantea de forma minimalista un trauma especialmente complejo, y para ello se vale de un genial Jake Gyllenhaal. El protagonista, Davis, es una persona en busca de sus propias lágrimas, un patito feo que se ve a sí mismo como un bicho raro al no saber reaccionar de modo convencional a la muerte trágica de su esposa.

Todos los personajes secundarios se complementan perfectamente en esta trama ácida y punzante. Chris Cooper es la encarnación ajustada del suegro millonario orgulloso y arrogante. Naomi Watts, desde la falta de química con el protagonista, es el contrapunto emocional perfecto para que Vallée disponga una especie de deconstrucción de la relación de pareja. Judah Lewis constituye todo un descubrimiento y supone un trampolín en el proceso de catarsis del protagonista. Me he quedado sin palabras en la escena en que Davis le enseña a disparar.

La obstinada destrucción de electrodomésticos, o de su flamante casa, o de cualquier cosa que tenga a su alrededor, no será para Davis un punto de iniciación de nada, aunque sí un juego absurdo de humor negro que resultaba imprescindible como huida. Al final, Vallée plantea con naturalidad un interesante debate ético sobre la empatía y la necesidad de tomar conciencia de las limitaciones de quienes nos rodean. Sólo cuando Davis entiende que su vida anterior no era perfecta y que todos somos víctimas de un particular sufrimiento podrá sentir de verdad el duelo y el sentimiento de pérdida. Curiosamente, "Demolición" podría interpretarse como una apología del sufrimiento, o al menos como una obra que transmite la idea del dolor como parte integrante y necesaria de nuestras vidas. Con el sarcasmo y la ironía como herramientas principales, Vallée construye un drama especialmente sólido y aleccionador, decididamente humanista.
rober
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